DIÁLOGO
Preámbulo dramático en que Apolodoro ( el blando) el llorón del Fedón es interpelado por el Amigo anónimo para que le refiera los discursos pronunciados en el famoso Banquete de Sócrates, Alcibíades, etc.
Apolodoró sitúa bastantes años atrás ( él era niño), y lo cuenta tal como se lo refirió Aristódemo (presente en el mismo), narración corroborada por Sócrates. Juego de espejos para alejarse Platón de las escenas que va a referir. Técnica de escisión dramática.
La cena de Agatón.
Aristodemo se encuentra con Sócrates y éste le propone asistir con él a dicha cena, aún sin ser invitado. De camino, Sócrates se rezaga quedando en estado de recogimiento.
Narración de la comida de las libaciones ( tres è Zeus Olímpico, Héroes, Zeus Salvador). Luego, mientras se bebe vino en común se prepara el debate, cuya primera proposición parte de Pausanias por las sucesivas intervenciones se conoce a los oradores que van a intervenir.
Erixímaco toma la iniciativa y después de conseguir consenso sobre no embriagarse y beber a gusto y de despedir al flautista, propone pasar el tiempo con mutuos discursos; a lo que todos asienten. Toma, pues, la palabra:
è Discurso versa sobre Eros por no ser ésta un Dios a quien se elogie por los poetas ni se le encomie en los simposios. Propone que puesto que de Fedro es la idea- queja, sea éste el que comience a disertar sobre el dios y sean todos los presentes sucesivamente los siguientes oradores.
Fedro pronuncia, pues, el 1er discurso del diálogo.
Los dioses recompensan al amante que se entrega al amado, incluso y sobre todo, cuando ésta da la vida por aquel o viceversa.
El amor es presentado en sus dos vertientes, tanto homosexual ( Aquiles y Patroclo), como heterosexual ( Alcestis y su marido); los dioses premian mejor al héroe homosexual que a la amante esposa. “Eros es el dios mas antiguo, el más venerable y el más eficaz para asistir a los hombres (vivos y muertos) en la adquisición de la virtud y felicidad”.
Pausanias habla:
Distingue dos tipos de amor: uno el referido a Afrodita Pandemos ( Homero), hija de Zeus y de Dione, que la diosa joven del amor vulgar, que participa de ambos sexos, tanto del masculino como del femenino, y otra la Afrodita Urania, nacida de la espuma producida por los genitales de Urano cuando fue castrado por su hijo Cronos. Este amor, por proceder de lo masculino, es más refinado y más bello. Pone en el hombre la fijación del hombre, y por lo mismo, es más inteligente (a la mujer no se le adjudicaba tanta inteligencia como al hombre).
Complacer en todo al amado por obtener la virtud es hermoso. Este es el amor de la diosa celeste y de mucho valor para la ciudad y los individuos, porque obliga al amante y al amado, por igual, a dedicar mucha atención a sí mismo con respecto a la virtud. Los demás amores son de la otra diosa, de la vulgar. Es un discurso más estético que ético, aunque el tema o asunto en que descansa sea la virtud, como categoría ética. El amor es cosa de dos, el amante, el amado.
El turno de Aristófanes el comediógrafo se salta porque éste tenía hipo y no ppodía hablar.
El médico Erixímaco toma la vez y habla mientras trata el hipo de Aristófanes.
Erixímaco toma la palabra
Omnipotencia de Eros: doble como impulso de los hombres hacia los bellos, como en los demás objetos hacia otras muchas cosas.
Argumentación de índole médica: Eros desde el punto de vista médico representa la idea de la salud como adecuada proporción entre elementos contrarios del cuerpo.
El amor es armonía y ritmo: el Eros inspirado por la musa Urania.
El otro, el de la musa Polimnia, es el vulgar.
En todas las acciones humanas se encuentran ambos Eros y es cuestión de sabiduría saberlos dosificar, equilibrar adecuadamente, de manera que pueda obtenerse placer sin enfermar por ello.
Siempre, en todas las cosas de los dioses y los hombres hay que buscar la moderación. Es el discurso de lo múltiple relacionado con lo uno en el contexto de los dos Eros, y dos Afroditas.
Después de alguna broma con Erixímaco, Aristófanes toma la palabra.
Introducción del tercer sexo: el andrógino. Mito del andrógino: sexo que participa del masculino y del femenino a la vez por ser antiguo nexo de unión de ambos en las antiguas personas no escindidas.
Hombres y mujeres: sólo podrán ser plenamente felices si llevan el amor a su culminación y cada uno encuentre al amado que le pertenece retornando a su antigua naturaleza. Celebrar así a Eros, en el momento actual es el que procura el mayor beneficio por llevarnos a lo que nos es afín y nos da esperanza, pues si se encuentran los hombres aliados con los dioses, estos les restablecerán su antigua naturaleza.
Intermedio en que Agatón y Sócrates inician un diálogo acerca de si es mejor arte de público en general, o la cítara especializa en teatro.
Fedro los interrumpe y reconduce el diálogo principal y recuerda a Agatón su compromiso.
Agatón toma la palabra: sobre la naturaleza de Eros.
El más joven de los dioses: odia la vejez, está siempre con los jóvenes.
Además de joven es delicado y necesita de poetas de la categoría de Homero que canten su delicadeza; pues anda y habita sobre las almas delicadas de los dioses y de los hombres.
Flexible de forma è elegancia
Virtuoso è no comete injusticias.
Templado è domina el resto de placeres y deseos.
El más valiente è ha dominado al más valiente, a Ares.
Sabiduría è Todo aquel tocado por Eros se convierte en poeta. Sabiduría porque es el dios de la procreación.
Eros como causa del resto de los buenos, pues provoca en dioses y hombres la afición de hacer aquello de que son capaces y están preparados y llamados a realizar.
Comentario de Sócrates en falsa modestia: Sócrates critica el elogio por el elogio y se declara, con alusión a Gorgias, incapaz de ir más allá en el elogio de Eros, y pide, como alternativa a su renuncia, decir la verdad a su manera, siéndole permitido por Fedro, el que modera el debate. Sócrates dirige su interrogatorio a Agatón, el del himno a Eros.
El amor de algo por necesidad de ese algo, y la necesidad basada en lo que no se tiene, convierte a Eros en un ser deforme y malo de continuo que aúna lo bello y lo bueno por necesidad.
Introduce el discurso de Diotima: la necesaria implicación de contrarios: que Eros no sea bello y bueno deduce el inmediato è Eros es feo y malo. Lo no bello è término medio. Recta opinión es un término medio entre el conocimiento y la ignorancia.
Eros es un demon: entre lo divino y lo mortal, cuyo poder consiste en actuar como un vínculo que mantiene unido el universo.
Mito del nacimiento de Eros ( gran mérito poético). Eros es lo que ama, no lo amado.
Función en los hombres:
Eros es hijo de Poros ( personificación de la abundancia y la belleza) y de Penia ( personificación de la pobreza), y fue concebido en el banquete dado por los dioses con motivo del nacimiento de Afrodita. Poros estaba borracho y Penía lo sedujo. Por esta razón, Eros comparte caracteres elevados y míseros y su naturaleza ni es mortal ni inmortal. La cita: sic “ los ignorantes ni aman a la sabiduría ni desean hacerse sabios, pues en esto precisamente es la ignorancia una cosa molesta: en que quien no es ni bello, ni bueno, ni inteligente se crea a sí mismo que lo es suficientemente” (Diótima a Sócrates) cfr. BCG Diálogos III . Gredos vol 93, pág. 249).
El término “amor” ha de delimitarse y llamarse amor al sentimiento que te lleva a desear las cosas buenas, bellas y cuya posesión es causa de la felicidad.
Uso del término creación (poiesis [pollesis, polla]) para explicar el uso femenino y específico de la palabra amor. Poietai ([poetas] creadores, en general), pero se particulariza cuando se trata de definir a los autores de versos y músicas.
Si el deseo de los hombres de poseer el bien y por siempre es un deseo que los lleva a la felicidad, el amor es ese deseo de poseer siempre el bien.
Como impulso generador que lleva a la procreación, tanto en cuerpo como en alma, el amor no lo es de lo bello, sino amor de la generación y procreación en lo bello; lo cual deseado por y para siempre lleva necesariamente a un amor de la inmortalidad.
Procreación del hombre como acto que lleva a la inmortalidad: inmortalidad del hombre a través de su prole. Podría haber conflicto con la teoría de la inmortalidad del alma ya expuesta en otros diálogos, aunque en este no se explica la cuestión del alma perecedera. Cita (sic) “ cuando lo que tiene impulso creador se acerca a lo bello, se vuelve propicio y se derrama contento, procrea y engendra; pero cuando se acerca a lo feo, ceñudo y afligido se contrae en sí mismo, se aparta, se encoge y no engendra, sino que retiene el fruto de su fecundidad y lo soporta penosamente” ( Diótima a Sócrates) op. Cit. pag. 255).
Inmortalidad entendida como perpetuidad de la criatura mortal en la raza ( los individuos fecundos de cuerpo, que buscan a las mujeres para inmortalizarse en su prole), la fama ( los poetas y legisladores, los hijos del alma), y en sus ideas. Ahora la doctrina de las ideas como amor è etapa hacia la comprensión de la idea ( emblema platónico, “yoga eidético” que procede... de lo sensual e individual a lo poético y genérico). (sic) “La admiración de los cuerpos bellos nos lleva a la consideración de belleza física, la cual ha de conducirnos a la belleza de las almas, a la belleza de la ciencia y por último a la belleza en sí: la cual es siempre consigo misma específicamente una, mientras que todas las otras cosas bellas “participan” de ella, de manera que el nacimiento y muerte de estasno le causa aumento ni disminución” (Diotima a Sócrates) op. Cit. pags. 263-264.
Aristófanes va a contestar por alusión pero es interrumpido por la entrada de Alcibíades borracho.
Tras unas palabras en las que discute con Sócrates, al parecer por motivos de celos amorosos, es invitado a pronunciar un discurso sobre el tema de Eros, y ante su reticencia por encontrarse en desventaja debido a su embriaguez, es invitado a elogiar a Sócrates; su discurso, al parecer cargado de sentimientos contrariados por alguna desavenencia amorosa entre ambos previa a la acción del diálogo, ofrece una prueba moral de lo sostenido hace unos momentos por el filósofo referente a la contemplación de la belleza.
El discurso de Alcibíades, como elogio a Sócrates, nos muestra a éste inflexible en cuestiones de amor por las cosas bellas, de gran altura moral ( a pesar de presentarlo como sileno y por lo mismo lujurioso), valiente en las batallas, humilde y generoso a la hora de ceder preces y honores, en este caso a favor de Alcibíades, de quien estuvo enamorado.
Se le acusa de entregarse aparentemente como amante para portarse luego en realidad como amado, y proporciona varios nombres, como Cármides, Glaucón y Eutidemo, como prueba de su afirmación.
Sócrates se apercibe de que Alcibíades aún es su enamorado y reclama a Agatón junto a sí, cosa que éste ejecuta concluyendo el diálogo con una especie de requiebro amoroso y culminado todo con una invasión de parrandistas a cuyo ruidosa presencia se interrumpe el diálogo que finaliza con Sócrates en vigilia sobre un montón de borrachos durmientes ( figura literaria de gran fuerza poética e irónica), sale del recinto seguido a duras penas por Aristodemo hasta el Liceo, donde siguió la jornada normalmente.
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El texto corresponde a la versión de Samaranch, en "Obras completas" de Platón, publicada por Aguilar.