sábado, 30 de julio de 2011

PEDRO ABELARDO, RENOVADOR DEL PENSAMIENTO. LA MÍSTICA ESPECULATIVA

Figura[1] más prestigiosa del siglo XII, tuvo vida atormentada e inquieta y escribió obras muy ricas en sugerencias críticas y en nuevos caminos metodológicos.
En su “Historia de mis desdichas” nos dejó una semblanza autobiográfica interesante.
·         Nació en Le Pallet ( Nantes) en 1079.
·         Discípulo de Roscelino, Guillermo Chanpeaux y Anselmo de Laon: se mostró crítico con ellos sobre todo en relación con la naturaleza de los universales y la utilización de la dialéctica.
·         Logró inaugurar una escuela propia en la colina de Santa Genoveva, en París: se llenó de alumnos y admiradores.
·         El período más brillante de su magisterio: 1114-1118, ocupa la cátedra de la escuela de Notre-Dame.
·         A este período: su célebre aventura amorosa con la joven escritora Eloísa, al término de la cual ella se hace monja y él ingresa en un monasterio.
·         Fueron condenadas algunas de sus tesis ( misterio trinitario y tesis sobre la lógica y la ratio en la investigación de verdades cristianas).
·         Muere en Cluny, en 1142, en recogimiento y oración.
Tres gripos de obras:
·         Lógicas: Glosas literales, De interpretatione, Lógica nostrorum).
·         Teológicas:  Teología scolarum (Abelardo fue el primero que utiliza el término Teología como síntesis de la doctrina cristiana è Agustín la usa ya para referirse a la especulación pagana acerca de la divinidad).
·         Éticas: Ethica Scitio te ipsum (conócete a ti mismo).
“Sí y no” : colección de sentencias extraídas de los padres y las escrituras con respecto a 158 problemas teológicos è contradictorias.
Insiste en el carácter problemático del pensamiento, siendo la duda el punto de partida: una duda metódica. El método está definido por varias reglas:
·         Primera: análisis del significado de los términos de un texto (todas las implicaciones histórico-lingüísticas).
·         Segunda: comprobación de la autenticidad del escrito (autor y corrupciones e interpolaciones textuales).
·         Tercera: examen crítico de los textos dudosos, haciendo referencias a los textos indubitados como elementos comparativos, teniéndose en cuenta retractaciones y correcciones è textos interpretados en el marco de todo el corpus correspondiente a su autor.
·         Cuarta: no confundir las opiniones citadas con la opinión personal del autor, y sobre todo: no interpretar como solución aquello que el autor presente como problema.
Tales reglas, no obstante, no siempre permiten, según Abelardo, superar los contrastes o penetrar en el significado de los textos.
Distingue la dialéctica de la habilidad discursiva y de la sofística, identificándola con la lógica clásica, a la cual considera como instrumento para el debate y el esclarecimiento, que ayuda como ningún otro a distinguir lo verdadero de lo falso è sobre el plano estrictamente lógico formal establece la verdad o falsedad del discurso científico basándose en reglas lógicas.
La dialéctica supone y exige el análisis de los términos de lenguaje, de ahí su valor para la teología. “Lógica en ejercicio”.
Este análisis: examen crítico del proceso de imposición de las voces a las cosas designadas.
La dialéctica: Scientia sermocinalis o filosofía del lenguaje: controla la relación entre los términos y la realidad expresada.
Una de las funciones primordiales: control del nexo semántico entre los términos del discurso y la realidad designada.
è se ocupó del problema de los universales.
Es fundamental estudiar y solucionar el problema de la relación entre voces et res para no caer en falsas posturas universalistas ( realismo exagerado) o falsas posturas atomistas y fragmentarias ( nominalismo).
La radical objetividad de los universales confunde la realidad singular è carece de control sobre sus afirmaciones.
A los términos universales no les corresponde ninguna clase de realidad (empirismo fragmentario) è opta por un realismo crítico è el universal es un concepto o discurso mental, expresado a través de un enunciado discursivo oral con origen en un proceso abstractivo realizado por el entendimiento que genera la intelección (intellectum) de las cosas, y que ex institutione ha sido vinculado con la función de significar el satatus común de la pluiralidad de sujetos.
Los universales no son conceptos vanos y falsos è categorías lógico-lingüísticas válidas entre el mundo del pensamiento y el mundo del ser.
La dialéctica: ciencia que vigila a quien escribe o a quien lee para que no se abandone a posturas universalistas ni a los puramente analíticos sin posibilidad de llegar a auténticas síntesis doctrinales[2].


Ethica seu Scitio te ipsum: Socrático. La ética del conócete a ti mismo.
La conciencia: centro de irradiación de la vida moral è de la intención o consensus animi, sirve para calificar las acciones como buenas o malas.
Abelardo distingue de forma tajante el plano de los instintos del plano estrictamente consciente y racional.
·         El primero: inclinaciones, impulsos, deseos, previo a la moral.
·         El segundo: iniciativa del sujeto: es propiamente moral.
La acentuación del elemento intencional como factor determinante de la vida moral: triple objetivo
1.    Necesidad de interiorizar la vida moral que reside en el alma, en cuyo interior se lleva a cabo el bien o el mal (polémica con el legalismo ético: combatido porque la doctrina abelardiana de la intención reside en el hecho de poner de retiene el peligro posible de una reducción de la moralidad a un fuero externo carente de dimensión interior).
2.    Convicción de que nuestro cuerpo no se halla estruturalmente corrompido por la concupioscencia ni revestido por el mal: las estruturas corpóreas, las inclinaciones o pasiones humanas no son precaminosas por sí è consecuencia de una adhesión voluntaria a sus solicitaciones. Quiere poner en tela de juicio la concepción antropológica imperante ( dualista y tendencialmente pesimista), recuperando la iniciativa del sujeto è responsabilidad de sus actos.
3.    Oponerse a la costumbre de emitir juicios fáciles y perentorios sobre la vida del prójimo, sin tratar de conocer sin embargo, cuáles son sus fines y sus propósitos. è Regla inmanente y absoluta de la moralidad : constituida por la conciencia individual è sisitema abelardiana: subjetivismo ético. La moralidad de un acto es un fenómeno esencialmente interior: la regla y la medida de lamoralidad misma se hallan configuradas por la adecuacion de nuestra vida a los mandatos divinos.[3]

Hugo de San Víctor: su exposición  del método escolástico en el Didascalion.

La[4] escuela abacial de San Víctor ( de los canónigos agustinos de París) fue fundada por Guillermo de Champeaux. La escuela insiste sobre la plegaria y la contemplación de Dios. El misticismo y la cultura se unen de modo programático.
Hugo de San Víctor: nacio en Sajonia en 1096 y murió en 1141. Escribió De Sacramentis christianae fidei”, “ Epitome in philosophiam” , “Commentum a la Jerarquía celeste del Pseudos Dionisio” y “Didascalion” en 7 libros[5], en el que se expone y se ordena de manera inteligente el saber de su época.
Debido a a su estructura y rigor fue obra que sirvió de modelo a las Summae.
Poseyó vastísima cultura, cuyos fundamentos se hallan en la sagrada escritura, en el estudio de la patrística y de los pensadores de la antigüedad.
La noción de la exégesis defendida por Hugo es que “la letra mata”. Para interpretar es preciso apelar a la historia: la letra, aunque sea poca cosa, no puede menospreciarse. è las escrituras no pueden someterse a cualquier interpretación.
Otra característica de su pensamiento es el relieve concedido a las artes mecánicas, colocadas junto a las artes del trivio y del cuadrivio: textiles, armamento, navegación, agricultura, caza, teatro o técnicas de conservación alimentarias. Hugo especula teóricamente sobre ellas y las coloca en el amplio marco de un razonamiento filosófico concreto. Su aprecio: convicción de que su estudio puede servir para aliviar la condición humana. Ética: sirve para actuar con rectitud; física: instrumento para conocer el mundo; è artes domésticas: satisfacer las necesidades cotidianas.
Sobre el “Didascalion y la filosofía:
a)                  la idea conductora: concepción del mundo como signo de la realidad invisible.
b)                  Pone límite al saber filosófico: pero acentúa la importancia de dicho saber y su insustituibilidad como ejercicio fundamental para la razón, la cual se prepara de este modo para un acceso posterior.
.
La psicología: agustiniana: naturaleza substancial del yo y del alma è el hombre es un ente que sabe, que es y que sabe también que es distinto de los cuerpos y que no se reduce a simple cuerpo, lo que significa que también es espíritu[6]. Este espíritu no ha existido desde siempre, ha sido creado. “El hombre, situado entre el mundo sensible y Dios, pertenece al primero por su cuerpo, y se halla orientado hacia Dios en su espíritu.
El alma: es el “yo”, y es una, espiritual e inmortal[7]. Este yo, posee un triple ojo  mediante el cual ve y contempla:
a)                   oculus carnis con el que conoce el mundo sensible (sensación e imaginación se hallan en él), puente entre el cuerpo y el espíritu.
b)                   Oculus rationis: con el el que alma se hace scientia , advierte en sí misma la presencia divina è intelligentia
c)                   Oculus contemplativus: con el que llega hasta Dios y contempla su belleza.
El triple ojo del alma se refiere a un triple objeto: las esferas de lo cognoscible è un triple modo de ver (conocer) en función de la forma más o menos penetrante de conocer el mismo objeto:
a)    Cogitatio: mirada superficial
b)    Meditatio: reflexión sostenida y deliberada.
c)    Contemplatio: intuición profunda y comprensiva ( un pensar con intensidad)

La forma de los grados de lo real pueden irse dominando progresivamente mediante la razón y la fe.
1)                    Existen cosas esencialmente racionales: solo pueden conocerse mediante la razón (matemáticas).
2)                    Hay cosas secundum rationem: verdades probables (históricas) su compresión requiere de la razón auxiliada por la fe.
3)                    Cosas supra rationem: superiores a la razón y objeto específico y único de la fe[8].
De todo este conjunto è pleno acuerdo entre razón y fe: superioridad de la fe en cuanto culminación de todos los esfuerzos humanos[9]: constituida por la contemplación y la posesión de Dios.
Este punto inicia un análisis de la vida interior en su grado más elevado: è descubre que en el hombre existe una imagen de la Trinidad y vive sus misterios en la intensidad de la plegaria y la contemplación[10].

El Maestro Eckhart: fuentes de su pensamiento.

Son[11] las fuentes del misticismo alemán del Siglo XIV: obras fundamentales del neoplatonismo. Corriente ésta que nunca desapareció durante la edad media, especialmente en Alemania bajo la influencia de San Alberto Magno. Sus discípulos, en especial Guillermo de Moerbeke ( traductor de Aristóteles para Santo Tomás) tradujo Elementatio Theologica de Proclo y los comentarios al Timeo y al Parménides platónicos del Pseudo Dionisio. Todo esto favoreció al renacimiento neoplatónico, caracterizado por intensa dedicación mística[12].
Por otra parte, el desmantelamiento de las tesis escolásticas llevadas a cabo por Escoto y Ockham en lo referente a la imposibilidad de la razón para dar explicaciones a las verdades de la fe, lleva a un replanteamiento de las cuestiones teológicas, hasta el restablecimiento por medio de la mística de la relación entre hombre y Dios.
La tarea apremiante consistió en restablecer el contacto hombre- Dios y se hizo a través de la corriente filosófica: mística especulativa alemana.
a)                   Mística: Dios se halla más allá de todas nuestras posibilidades conceptuales ( el hombre separado de Dios = nada).
b)                   Especulativa: porque se emprean las doctrinas filosóficas para validar los argumentos de la mísica, especialmente las teorías neoplatónicas de Proclo y el Pseudos Dionisio.
Eckhart es el más importante. Nació en 1260 en Gotha ( Turingia) y estudió con los dominicos en Efurt, Colonia y Estrasburgo. Ocupa cargos doctorales y eclesiásticos en París, Bohemia y Sajonia, para finalmente volver a Colonia como maestro de dominicos en el Studium Generale.
Obras principales: Opus tripartitum, Quaestiones, Sermones y Tratados. Muere en 1327 y en 1329 fueron declaradas heréticas por Juan XII 17 de sus tesis y otras 11 fueron consideradas peligrosas y sospechosas de herejía.
Se[13] sostiene la argumentación Eckhartiana sobre la idea de unidad entre Dios y el hombre (lo sobrenatural y lo natural): el hombre y el mundo natural carecerían de sentido sin Dios. Encuentra el uno y la vida en el dogma de la Trinidad.
Dios es el intelecto: en Dios , el ser y el conocer coinciden realmente, está presente desde siempre la idea de las criaturas y la voluntad de crear è las cosas están ab aeterno en el intelecto de Dios. Cuando los evangelios se refieren a Dios como el Verbo ( San Juan) Eckhart afirma que este Verbo , está referido todo al Intelecto, y subsiste en él como acto dicente o palabra pronunciada que abarca el ser o el no ser. Luego el conocer ocupa el primer puesto en la jerarquía de perfecciones y luego viene el ente o el ser[14].
Dios[15] crea el ser, pero El no es el ser, sino que se encuentra por encima del ser por ser distinto. Así, Dios es Caridad porque el amor es unificante y difusivo. Es caridad y es uno porque es imposible que haya dos infinitos. Dios está en todas las criaturas, se encuentra por encima de ellas: éstas no existirían si Dios no las hubiese pensado è no se le ha negado el Ser a Dios, sino que se le ha ennoblecido[16].
El[17] místico aspira a la unión con Dios. Eckhart afirmó la trascendencia de Dios, pero utilizó expresiones exageradas y ambiguas para enunciar las relaciones de las criaturas en general con Dios.
En el alma humana hay un elemento (archa) que es increado: la Inteligencia. En su virtud, el alma es deiforme.
La suprema unión mística no tiene lugar mediante amor ni conocimiento, sino en el más íntimo retiro del alma, la “chispa” o scintilla animae, donde Dios une el alma a Sí mismo de manera recóndita e inefable.
La esencia del alma, “Su chispa” , es simple ( en ella está impresa la imagen de Dios). El alma tiene un fundamento simple unitario y Dios tiene una esencia simple ( trasciende la distinción de las personas): la suprema unión mística es la unión de ambos.
Esta tesis fue censurada por herética cuando se expresó como que hay algo increado en el alma en la que somos transformados como la transformación del pan en el cuerpo de Cristo. Eckart manifiesta en su defensa que esta comparación (unión alma con Dios con transubstanciación) es una analogía, no un paralelo. Habría que entender el contesto de sus afirmaciones y no por separado. Copleston subraya que lo que interesa al historiador de filosofía es el sentido pretendido por el autor y no la calificación teológica atribuible a expresiones aisladas.
El modo de pensar de Eckhart se desarrolla por medio de antinomias: enunciar una tesis y dar razones en su apoyo, y anunciar luego una antítesis y dar razones en apoyo de ésta. Ambas series de enunciados han de tomarse en consideración para entender la intención y el sentido de Eckhart.
Ejemplo: en lo referente a la relación de Dios con el universo[18]. Tesis es que nada es tan distinto de lo creado como Dios. Razón : nada es tan distinto de una cosa como el puesto de esa cosa. Antítesis: nada es tan “indistinto” de la criatura como Dios ( es necesario decir que Dios y las criaturas son completamente diferentes y opuestos(, aunque si simplemente se dice esto se implica algo que no es verdad: al menos enuncia algo que no es entera verdad.
Copleston aconseja consultar el libro “Maestro Eckhart de Otto Karrer.




[1] Apuntes exclusivamente tomados de Reale y Antiserí: “Historia del pensamiento filosófico y científico”.
[2] Concepto de la ratio y su papel en la teología.
[3] Intelligo ut credem: expresión que sintetiza el compromiso abelardiano: la lógica (dialéctica) es una ciencia autónoma, una filosofía racional.
La ratio no es inmediatamente sirviente de la teología sino que hay que cultivarla por sí misma è hacerse con sus instrumentos y perfeccionar su uso.
No dejar de ser auxiliares para la mejor comprensión de las verdades de la fe: la revelación divina es la que proporciona los contenidos, solo ( y en esto es original) Abelardo sostiene no creer en explicaciones definitorias. Todas las explicaciones de los filósofos, los Padres y los Teólogos, son “meras opiniones” m (más o menos autorizadas) pero nunca concluyentes è conflictos con las autoridades y con la tradición.
[4] Apuntes principales tomados de Reale y Antiseri “Historia del pensamiento filosófico y científico” Tomo I Cap. XVII num. 5
[5] Completamos con información que nos proporciona Copleston en su “Historia…” Tomo II: tres libros sobre las artes liberales; otros tres libros sobre Teología y uno sobre la meditación religiosa.
[6] Copleston op. Cit. La consciencia y la introspección testimonian la existencia del alma y su espiritualidad e inmaterialidad: el alma es por sí misma una persona: con espíritu racional, personalidad propia y entidad por sí misma; el cuerpo es un elemento cuya existencia se produce en virtud de su unión con el espíritu racional. Yuxtaposición, más que composición.
[7] Copleston . Op. Cit. Contribución de H. de San Víctor al progreso sistemático de la teología natural, mediante argumentos a posteriori partiendo de la experiencia tanto externa como interna.
Autoconciencia como necesaria para la existencia de un ser racional.
1ª) prueba: El alma no ha sido siempre consciente de su existencia, luego hubo un tiempo en que el alma no existía. No podría haberse dado la existencia a sí misma è debe su existencia a otro ser y éste será necesario y existente por sí miso : Dios. Supone las premisas de que la causa de un principio racional debe ser por su parte racional, y que es imposible un regreso al infinito.
2ª) Prueba: Tomada de la experiencia externa: se apoya en el hecho empírico del cambio. Las cosas están constantemente empezando y dejando de ser: la totalidad (compuesta de cosas cambiantes) debe también haber tenido un principio. è requiere una casa. Nada puede haber venido a la existencia sin una causa exterior a ello.
3ª) Prueba: Teológica. En los animales vemos que los sentidos se satisfacen en los objetos, en el mundo vemos  gran variedad de movimientos, también el crecimiento es un hecho experimental pero que no puede ser realizado solamente por la cosa que crece. è estas tres consideraciones excluyen el azar y postulan una Providencia a la que puede atribuirse el crecimiento, guía las cosas según ley.
[8] Copleston op. Cit. El alma aprehende en sí misma a Dios en sí mismo.
[9] Sin embargo, Copleston parece decir lo contrario. Los los misterios son “supra rationem” en el sentido de que la revelación y la fe son necesarias para que sena aprehendidos “secumdum rationem” y no “Contra rationem”; son razonables en sí mismo y pueden ser objeto de conocimiento, pero no pueden ser objetos de conocimiento en sentido estricto en esta vida, porque la mente humana es débil y no lleva a ellos. El conocimiento, considerado en sí mismo: es superior a la fe, la cual es una certidumbre de la mente relativa a cosas ausentes, superior a la opinión pero inferior a la ciencia: los que captan el objeto como inmediatamente presente (sientes) son superiores a los que creen por razones de autoridad: distinción clara entre fe y conocimiento.
[10] Copleston dice que la teoría mística de H. de San Víctor formaba una parte integrante de su síntesis teológico-filosófica. El misticismo sobrenatural corona el ascenso del entendimiento en esta vida, como la visión beatífica de dios lo corona en el cielo. No obstante, considera Copleston que entrar en el tratamiento de la doctrina mística de Hugo está “bastante fuera de lugar”.
[11] Notas tomadas de  Reale Antiseri op. Cit.
[12] A estos autores, Copleston , Historia de la Filosofía , tomo III “DeOckam a Suárez”, pg. 189, añade las influencias inevitables de la escolástica anterior, Santo Tomás, San Buenaventura, especialmente, y también por los Victorinos, (Hugo y Ricardo), Avicena  y el resto de la Patrística.
[13] Seguimos por el REale Antiseri op. Cit.
[14] Copleston dedica varias páginas a discutir la calificación de herética de semejante afirmación, utilizando los conceptos de Eckhart intelligere y esse. Expone las teorías con varios ejemplos, pero creo que con lo aquí expuesto, el pensamiento de Eckhart sobre esta cuestión queda bien definido.
[15] Continuamos la exposición de Reale Antiseri op. Cit.
[16] Copleston op. Cit. Utliza estas tesis, como más adelante se verá para ejemplificar el sistema dialéctico de las antinomias “ En la relación de Dios con el resto del universo, aunque las criaturas tienen sus naturalezas específicas ( sus formas les hacen especie de ser, su ese no procede de sus formas, sino de Dios, lo que puede parece una insistencia en la creación y en la conservación divina”.
[17] Se sigue a Copleston Op. Cit. Ante la deficiente y escasa explicación que ofrecen Reale y Antiseri en su obra. También se sigue a Copleston en el epígrafe siguiente.
[18] Más arriba en epígrafe homónimo.

viernes, 29 de julio de 2011

LA PRIMERA ESCOLÁSTICA: ESCOTO ERIÚGENA Y SAN ANSELMO


Traducción y comentario del Pseudos Dionisio

Copleston nos dice que  nace en 810 en Irlanda. Florece en el período Carolingio, en el reinado de Carlos el Calvo (850). La tradición del estudio de la lengua griega en los monasterios irlandeses lo convierte en un erudito en esta lengua, en el siglo IX. Posición prominente en la Escuela Palatina. Le encarga Carlos el Calvo la traducción del Pseudo Dionisio y él no sólo lo traduce del griego al latin (por primera vez en Europa), sino que además lo comenta. Dichos manuscritos griegos habrían sido regalados por el bizantino Balba al rey Luis de Francia.
Comentó todos los escritos del Pseudos Dionisio menos el De Mystica Teológica.
También tradujo a Gregorio de Nisa “De hominis orificio” y “De consolatione” de Boecio.
Su obra principal es el “De divisione naturae ( 862-866). En el que expone toda su filosofía, que Copleston no desea llamar panteísta, aunque lo reconoczca en la explicación y comentario de los diversos aspectos de la filosofía del Eurígena.

La originalidad de su sistema filosófico expuesto en el Periphyseon: la subjetividad y la teología negativa

Según Copleston, al comienzo del libro primero de su obra magna, Juan Escoto entiende por “Naturaleza” la totalidad de las cosas que son y las cosas que no son.
El término Naturaleza significa no solo el mundo natural, sino también Dios y la esfera sobrenatural (denota toda la realidad).
El método negativo niega que la sustancia o esencia divina sea ninguna de aquellas cosas que són, que pueden ser entendidas por los hombres.  La vía afirmativa  se predican de dios las cosas que son  en el sentido de que la causa se manifiesta en el efecto. Método tomado del Pseudos Dionisio.
La tesis y la antítesis se reconcilian dialécticamente en la síntesis.,

Los cuatro aspectos de la naturaleza

·         Naturaleza que crea y no es creada: Copleston no duda de que se está refiriendo a Dios. Es la causa primera que trae a las criaturas a la existencia desde un estado de no existencia y a partir de la nada. No puede ser considerado sabio ni predicarse de él las categorías aristotélicas, puesto que las mismas tienen aplicación a las cosas creadas y son inaplicables a Dios. Por lo que Dios trasciende los predicamentos y los predicables ( no monista) sino que subraya la trascendencia divina a modo del Pseudo Dionisio. Podemos aprender por las criaturas que Dios es, pero no podemos aprender qué es. Podemos atribuir movimiento a Dios implicado en la categoría de “hacer”.  La existencia y la esencia de Dios y su acto de hacer son antológicamente una y la misma cosa: en tanto que cada criatura es una participación de quien existe solo en si mismo, toda la naturaleza puede reducirse al único Principio, y Creador y criatura pueden ser considerados como una sola cosa.
·         Naturaleza que crea y es creada. Dice Copleston que se refiere a las causas primordiales o praedestinationes: causas ejemplares de las especies creadas ( existen en la Palabra o Verbo). Dice Copleston que son las ideas divinas, los prototipos de todas las esencias creadas. Nada es creado excepto lo que fue eternamente preordenao, y esas praeordinationes eternas, son los prototipos. Todas las criaturas participan en los arquetipos. No hay pluralidad de praedestinationes: los número proceden de las monas o unidad, no forman una pluralidad sino que están indivisos unos en otros. Las causas primordiales son una y no realmente distintas, aunque sus efectos , pluralidad ordenada, son múltiples. (¿emanacionista?, Copleston, lo niega.)
·         Naturaleza que es creada y no crea. Para Copleston se está refiriendo a las criaturas exteriores a dios, que forman la naturaleza en el sentido limitado de la palabra, un mundo hecho por dios de la nada. Estas criaturas son participaciones: participan de las causas primordiales, así como éstas a su vez participan inmediatamente en Dios è teoría de la emanación: las causas primordiales se dirigen al principio último y hacia sus efectos multiples. Sin embargo, para Copleston no es esto, porque el Eurígena dice taxativamente que la participación no es sino la derivación de una esencia segunda a partir de una esencia más elevada; Dios es todo cuanto verdaderamente es (hace todas las cosas y se hace en todas las cosas) (¿Panteísmo emanativo?). Copleston dice que lo que tata de hacer es combinar la doctrina cristiana de la creación con la emanacionista neoplatónica. Escoto mantiene que el mundo no está fuera de dios, y que es a la vez eterno y creado dentro de Dios (debe entenderse, según Copleston en términos de la teoría de la participación y de la “asunción”.  Las criaturas aparte de dios son nada: puede decirso que no hay nada fuera de Dios. La nada: sujeto a partir de la cual proceden las criaturas, Orden natural: Dios atrae a todas las cosas de regreso a sí mismo, a la naturaleza divina de la que proceden siendo causa primera y causa final. Doctrina del hombre: no es un animal, puesto que comparte con el animal solo las funciones de nutrición, sensación, etc. Pero tiene alma: una sola alma racional, que es simple y está enteramente presente en todas las partes del cuerpo con diversas funciones. Hecha a imagen de Dios y esa semejanza es la sustancia y esencia del hombre: Dios es causa primordial aquí.  Porque el hecho de que la sustancia del hombre es consecuencia de su semejanza a dios, quiere decir que Dios puede ser conocido por la mente humana. Puede conocerse que es, pero no lo que es. Así, desde un punto de vista el hombre es definible, desde otro es no definible, porser la mente humana imagen y semejanza de Dios.  El hombre es el microcosmos de la creación: resumen en sí mismo el mundo material y el mundo espiritual.
·         Naturaleza que no crea ni es creada. Copleston lo identifica con Dios como el término y fin de todas las cosas, Dios todo en todo. Estadio de regreso a Dios, movimiento correspondiente al de la procesión a partir de dios: el mundo de las criaturas que procede de las causas primordiales, regresará a dichas causas. El proceso es cósmico y afecta a toda la creación, aunque la materia mutable y no espiritualizada perecerá. Copleston ve al lado del proceso cósmico el regreso cristiano del hombre a Dios, Las etapas que Escoto  da al regreso de la naturaleza humana a dios son:
o   Disolución del cuerpo humano en los cuatro elementos sensibles
o   Resurrección del cuerpo
o   Cambio del cuerpo en espíritu
o   Regreso a la naturaleza, a las causas primordiales eternas e inmutables
o   Regreso de la naturaleza y de las causas primordiales a Dios.
La naturaleza divina es el fin y término de todas las cosas, que regresarán a sus rationes aeternae y morarán allí dejando de ser llamadas criaturas, porque Dios será todo en todo.

La creación como teofanía.

Copleston, en su afán de librar al Eurígena del panteísmo, explica que la teofanía son las criaturas en las que Dios aparece o se manifiesta, en la medida en que Dios es creado en las criaturas, es hecho en las cosas que El hace, empezando a ser en las cosas que empiezan a ser (considera Copleston anacronismo considerar esto como panteísmo)
Las criaturas constituyen no solamente una “participación” de la bondad divina, sino también la teofanía o automanifestación divina.

Fides quaerens intellectum: hacia una interpretación filosófica de la fe.

El interés de San Anselmo era aclarar por medio de la razón, lo poseídp a través de la fe. Que la razón ilumine los contenidos de la fe: lo revelado no impuesto por la autoridad de la escritura, sino por la lógica de los razonamientos. “Una ve que busca la inteligencia”.
a)    Fides quaerens intellectum ( la fe queda iluminada por la inteligencia).
b)    Credo ut intelligam ( las verdades de la fe se hallan previamente supuestas)
La fe como punto de partida. La razón es instrumental: desentrañar las verdades de la fe o para desvelarlos por la dialéctica.

Las pruebas de la existencia de Dios en el Monologium

Formula las pruebas a posteriori. Son cuatro
a)                  cada uno tiende a adueñarse de las cosas que juzga como buenas; sin embargo, como son múltiples, su principio solo puede ser uno. La bondad, en virtud de la cual las cosas son buenas solo puede ser una.
b)                  Idea de grandeza, cualitativa, no espacial., La diversidad de tal grandeza exige una grandeza suprema, de la cual todas las demás no son más que una participación gradual.
c)                  Surge del mismo ser. Lo que es, existe en virtud de algo o en virtud de nada. Nada existe en virtud de nada. Luego se admite la existencia del ser en virtud del cual las cosas son, o no existe nada. è existe algo: luego existe el ser supremo.
d)                  Se extrae de la constatación de los grados de perfección ( jerarquía de los seres) y exige que haya una perfección primera, absoluta.
Habida cuenta de la complejidad de las pruebas, Anselmo buscó otro camino capaz de captar a priori la afirmación de la existencia de Dios è

Formulación del argumento ontológico en el Proslogion

Término esenciales:
Dios es aquello de lo cual nada más grande puede pensarse.
Esto lo piensa incluso el ateo ( para negar a Dios ha de hablarse de un ser del cual no puede pensarse nada más grande, por lo que si el ateo piensa en dios, Dios se halla en su intelecto, o no pensaría ni negaría su existencia).
Cuando el ateo niega que Dios exista, quiene decir que Dios no existe fuera de su intelecto ( en la realidad). è
Contradicción: pensar que Dios es el ser del cual no puede pensarse nad mayor y al mismo tiempo negar que exista fuera de su pensamiento es admitir la existencia de algo más grande que Dios, no existente solo en el pensamiento, sino en la realidad è afirma y niega que Dios sea el ser del cual no existe nada más grande.
Si dios es el ser del cual no se concibe nada mayor, no es posible considerarlo como existente en el pensamiento pero no en la realidad è en tal caso no sería el mas grande, porque cualquier cosa que tuviera existencia real fuera de su concepción intelectual sería más grande que Dios.
Este argumento es llamado “ontológico” porque del análisis de la idea de Dios se deduce su existencia fuera de la ente. También se le llama simultáneo, porque en la idea de dios halla incluida al mismo tiempo su existencia.

El realismo de los universales.

El acuerdo entre fe y razón como consecuencia del Fides Quaerens intellectum: a condición de que la razón sea utilizada mediante regas precisa y supuestos indubitables.

Dicho supuestos:
1)                   Unidad y perfecta correspondencia entre lenguaje, pensamiento y realidad è lógica y múndo, res y voces èèèè
2)                   La realidad se corresponde con los conceptos y la vinculación entre éstos y aquélla es consecuencia de un mismo objetivo èèè
Concepción realista de loas universales: a los conceptos les corresponde una realidad ontológica de la que depende toda la actividad cognoscitiva del intelecto: ideas universales y arquetípicas situadas en la mente divina, de la que ha tomado ejemplo lo creado.
Inspirado en Platón, además se añade el realismo teológico: justifica el examen racional de los misterios de la fe cristiana.

Polémica con Gaunilo.

Justamente porque la fe es la que auxilia el movimiento lógico de la razón y de sus nociones y no la mera experiencia, Gaunilón hizo notar que cuando pronunciamos el nombre “Dios” no siempre vamos más allá del sonido físico de la palabra (pensando en ateos o no creyentes). Imposible pues sostener que del concepto de Dios cabe deducir su existencia. Gaunilo ponía en tela de juicio la concepción realista de los conceptos defendida por Anselmo y obligaba a éste a reconocer abiertamente que colocaba la fe como fundamento.
No basta, pues, según Gaunilo con poseer una idea para que se pueda afirmar la realidad objetiva de esta, de otro modo bastaría con pensar una cosa para verse autorizado a admitir su existencia, y ejemplificó esta crítica con el ejemplo de la isla perfecta. A lo que Anselmo replicó “Liber apologeticus”, que el ejemplo de la isla perfecta no es adecuado, porque no representa el ser del cual no puede pensarse nada más grande, que es para el único que resulta válido el argumento ontológico. La isla puede ser  la más grande, pero sólo si se la compara con las demás islas, no se trata de operar intelectualmente a un nivel absoluto, como en el caso de Dios.