sábado, 3 de septiembre de 2011

NUEVA CONCEPCIÓN DE LA NATURALEZA: F. BACON Y G. BRUNO



Hombre y naturaleza: Bacon, filósofo de la técnica

Figura[1] que se asocia con la filosofía del Renacimiento de la Gran Bretaña.
Se opuso conscientemente al aristotelismo, pero no a favor del platonismo o de la teosofía, sino en hombre del progreso científico y técnico al servicio del hombre. El valor y la justificación del conocimiento es sobre todo su aplicación y su utilidad práctica con el propósito de extender el dominio de la raza humana sobre la naturaleza.
En su obra más importante Novum Organum Bacon llama la atención sobre los efectos prácticos de la invención de la imprenta, de la pólvora y de la brújula.
Representa también el humanismo, en el sentido de que era un gran escritor que se interesaba por el desarrollo de la personalidad humana.
No obstante, Bacon vio que sería el conocimiento científico de la naturaleza, no la alquimia, o la magia o la especulación fantástica, lo que abriría para el hombre el camino del dominio sobre la naturaleza: el hallazgo de nuevas fuentes de riqueza y poder y por el progreso de la ciencia natura, el establecimiento de la física sobre una base experimental e inductiva.
Escuetamente: Nació en Londres en 1561. Estudió en Cambridge, paso dos años en Francia con el embajador británico y se dedicó a la práctica del derecho.
En 1584 entró en el Parlamento y disfruto de una carrera de éxitos: fue nombrado Lord Canciller, en 1618 con la concesión del título de barón de Verulam, y en 1621, nombrado vizconde de St. Albans.
Sin embargo, ese mismo año fue acusado de admitir soborno en su condición de Juez, encontrado culpable y condenado a ser privado de sus cargos, de su asiento en el Parlamento, multa altísima y encarcelamiento en la Torre de Londres. Excarcelado a los pocos días, y condonada la multa, Bacon se vio acabado para la vida pública: reconoció haber recibido obsequios de litigantes pero pretendió no haber sido influida su decisión por ellos.
Murió el 9 de abril de 1626.
Las más importantes:
Of the Advancement of Learning (1606)
De Sapiencia veterum (1609)
Instauratio magna
            Primera parte: De dignititate et augmentis scientiarum (1623)
            Segunda parte: Novum Organum (1620)
            Tercera parte: Historia naturalis

1.    Facultades del alma
a.    Memoria è historia
                                                 i.    Natural
                                                ii.    Literaria
b.    Imaginación è poesía
c.    Razón è Filosofía
                                                 i.    Teología: trata de Dios: su conocimiento es indirecto, por medio de las criaturas è ratio refracto. (No se refiere a la revelada, la cual está fuera de la filosofía).
                                                ii.    Filos. Natural: conocimiento directo è radio directo
                                               iii.    Antropología: conocimiento reflejo è Radio reflexio mediante la reflexión.
2.    Filosofía natural
a.    Primera: Axiomas fundamentales
b.    Teología natural
                                                 i.    Luz de la naturaleza è Lo manifestado por sus criaturas
                                                ii.    Contemplación de lo creado è Lo manifestado por sus criaturas
c.    Naturaleza
                                                 i.    Fisica[2] natural Especulativa de las causas
1.    Física
a.    Eficiente
b.    Natural
2.    Metafísica (no filosofía primera):
a.    Formal
b.    Final è estéril por lo que queda sólo a. formal.
                                                ii.    Apéndice: la matemática
1.    Pura
a.    Geometría: cantidad abstracta continua
b.    Aritmética: cantidad abstracta discreta.
2.    Mixta:
a.    Perspectiva
b.    Música
c.    Astronomía
d.    Cosmografía
e.    Arquictectura, etc.
3.    Filosofía humana
a.    Filosofía humanitatis o antropología:
                                                 i.    Cuerpo humano
1.    Medicina
2.    Cosmética
3.    Atlética
4.    Ars. Voluptuaria
a.    Música, por ejemplo
                                                ii.    Alma humana:
1.    Spiraculum: Estudio por la teología
a.    Racional,
b.    Inmortal
c.    Creada por dios
2.    Sensitiva:
a.    Por la psicología
                                                                                                 i.    Lógica (doctrina del intellectum): Artes
1.    Inveniendi
a.    interpretación de la naturaleza
                                                                                                                                                 i.    Experimento
                                                                                                                                                ii.    Axiomas
2.    Iudicandi: arte de juzgar
a.    inducción
b.    Silogismo
3.    Circa voluntatem
                                                                                                ii.    Ética: naturaleza del bien humano
1.    Privado
2.    Común
a.    Unión real de los hombres
b.    Factores de aptitud del hombre a la vida social.
3.    Cultivo del alma con el fin de conseguir el bien-
b.    Apéndice: por la pedagogía:
                                                                                                 i.    Ars tradendi: (consultar a los jesuitas)
b.    Filosofía civilis: partes que consideran un bien resultante para el hombre de la sociedad civil, cada una de las cuales consideran los tres tipos de prudencia:
                                                 i.    Doctrina de conservationes: el bien obtenido de la asociación con sus prójimos. è prudentia in conversando,
                                                ii.    Doctrina de negotiis: ayuda que el hombre recibe de la sociedad en sus asuntos prácticos. è prudentia in negotiando
                                               iii.    Doctrina de imperio sive republica: la protección que le proporciona el gobierno. è prudentia in gobernando. Desiderata:
1.    Teoría relativa a la extensión de gobierno o imperio
2.    Ciencia de la justicia universal.

En el noveno y último libro de De augmentis scientiarum Bacon toca ligeramente la teología revelada. Sin embargo, concluye que la razón se utiliza tanto para intentar entender los misterios de la fe, como para sacar conclusiones a partir de aquéllos.

La cosmología baconiana

Lo poco que dispongo entre el material consultado acerca de este apartado puede resumirse en una frase de Copleston: “Bacon observa que la astronomía es la parte más noble de la física mas que una parte de la matemática. Aunque Bacon no rechazo abiertamente la hipótesis heliocéntrica de Copérnico y Galileo, tampoco la abrazó: podían salvarse las apariencias tanto con la hipótesis geocéntrica como con la heliocéntrica, y que la disputa no podrá ser zanjada por medio del razonamiento matemático y abstracto. “

Concepción de la ciencia y del método científico.

En la segunda parte de la Instauratio magna, se encuentra el Novum organum sive indicia vera de interpretationes: el propósito de la ciencia es la extensión y ampliación del dominio de la raza humana sobre la naturaleza. La ciencia sólo se expresará por el método y éste sólo encauzará sus investigaciones por medio de la inducción. la verdad por se puede indagar y tratar de encontrar por dos caminos:
a)                  La mente puede proceder desde lo sensible y desde lo particular a los axiomas más generales y deducir de éstos las proposiciones menos generales. Es el más conocido y empleado, pero es insatisfactorio
a.    Porque lo particular no se examina con suficiente exactitud, cuidado y comprensividad,
b.    Porque la mente salta desde una base insuficiente a axiomas y conclusiones generales. Este camino è anticipaciones naturae, temerarias, prematuras.
b)                  Proceder desde lo sensible y la percepción de lo particular, a axiomas inmediatamente alcanzables, y luego gradual y pacientemente a axiomas más generales. Verdadero camino. La mente procede a partir de un examen cuidadoso y paciente de realidades particulares è interpretativo naturae.
La inducción comienza con la operación de los sentidos, pero requiere la cooperación de la mente, controlada por la observación è el valor de conclusiones basadas en la observación depende del carácter de esa observación è empezar de nuevo. Pues los aristotélicos y escolásticos se habían dado demasiada prisa en generalizar y sacar conclusiones, se habían preocupado de la coherencia lógica y no de dar fundamento seguro a las premisas de cuya verdad dependen las conclusiones.
Rechaza el silogismo: la inducción debe originarse en la observación de las cosas o hechos, acontecimientos particulares, y atenerse a éstos estrictamente è son útiles solo sirviendo a los propósitos de las disputationes, pero completamente inútiles para propósitos de la ciencia natural. Condena el deseo “irrazonable y pueril de lanzarse a los resultados.


Los[3] preconceptos y los prejuicios fuerzan a nuestra interpretación de la naturaleza y falsean nuestros juicios è ídolos o falsas nociones.
Aquellos errores la tendencia a los cuales es inherente a la naturaleza humana que dificultan el juicio objetivo: impresión de los sentidos. Para la interpretación científica de la naturaleza no es suficiente apoyarse en los sentidos, aun apoyados en instrumentos, también son necesarios experimentos adecuados. La mente humana tiene a dejarse llevar a abstracciones y tiene a concebir como constante lo que no lo es sino en apariencia. è El pensamiento optimista y tendencia a confundir las abstracciones con cosas.
Llama la atención también sobre la tendencia del hombre a interpretar la naturaleza desde el punto de vista antropomórfico.

Errores peculiares de cada individuo, consecuencia de su temperamento, educación, lecturas e influencias especiales que han pesado sobre él como individuo. Llevan a interpretar los fenómenos según el punto de vista de su propia madriguera o caverna è resonancias platónicas.

Errores debidos a la influencia del lenguaje.
Las palabras del lenguaje común describen las cosas según son comúnmente concebidas, empleando a veces palabras sin que haya cosas que les correspondan. A veces se emplean palabras sin un concepto claro de lo que denotan o sin un significado comúnmente reconocido.


Los sistemas filosóficos del pasado è piezas teatrales que representan mundos irreales de creación humana. Tres tipos de falsa filosofía
a)                    Sofística: representada por Aristóteles, que corrompió con su dialéctica la filosofía natural.
b)                    Empírica: basada en pocas observaciones estrechas y oscuras. Los químicos son los culpables
c)                     Supersticiosa: representada por los pitagóricos, Platón y los platónicos, caracterizada por la introducción y consideración de consideraciones teológicas.

Aliadas y apoyo de los ídolos son las malas demostraciones. La mera experiencia no es suficiente, sino planeada.

El[4] poder humano es capaz de engendrar una nueva forma en una naturaleza dada è la ciencia se dirige al descubrimiento de las formas de las cosas. Forma no es causa final, sino la causa formal de una naturaleza determinada è es la ley que constituye esa naturaleza. El descubrimiento de esas leyes o formas deberá aumentar el poder humano.
El descubrimiento de las formas o leyes eternas e inmutables pertenece a la metafísica a la que corresponde la consideración de las causas formales. La física se interesa por las causas eficientes, o por la investigación de cuerpos concretos en sus operaciones naturales. El físico ha de investigar cuerpos concretos, el proceso de cambio que no es inmediatamente observable, sino que necesita ser descubierto (latens processus). También investigará el (latens schmatismus), la estructura interna de los cuerpos.  Pero tanto la metafísica como la física tienen por propósito aumentar el poder del hombre sobre la naturaleza; y este no puede alcanzarse plenamente sin un conocimiento de las formas últimas.
Luego el problema de la inducción se el del descubrimiento de las formas. Dos etapas.
a)    Educción de axiomas a partir de la experiencia. Ha de formarse una hipótesis
b)    La deducción o derivación de nuevos experimentos a partir de los axiomas. Deducirse de la hipótesis observaciones que verificarán el valor de la hipótesis. è la tarea primaria consiste en preparar una historia natural y experimental suficiente y buena basada en los hechos.
a)    Lista de casos en que esté presente el fenómeno (tabula instancia)
b)    Lista de casos lo más parecidos posible a los anteriores pero en los cuales el fenómeno esté ausente (tabula essentia et presentiae).
c)    (tabula graduum o comparativa) casos en los que la naturaleza cuya forma está siendo investigada esta presente en grados diversos.

Una vez construidas las tablas comienza la inducción. Comparando los casos podemos descubrir qué es lo que está siempre presente cuando una naturaleza dada está presente, qué es lo que siempre está ausente cuando ésta está ausente, y qué es lo que varía en correspondencia con las variaciones de esa naturaleza. Podemos excluir lo que no está presente en algún caso (método negativo) en que aquella naturaleza está presente (positivo) o lo que está presente en algún caso en que aquella naturaleza está ausente, o lo que no varía en correspondencia con las variaciones de dicha naturaleza è proceso de reiectio o exclusio. Lo cual no hace sino poner los cimientos de la verdadera inducción, que se completa a una afirmación positiva. Y se llega a ésta al comparar las tablas positivas è Bacon llama a ésta afirmación provisional.
Para[5] convertir en cierta la afirmación provisional han de emplearse otros medios. El resto del Novum Organum está dedica a lo que Bacon llama la via de casos o ejemplos privilegiados (praerogativae).
Una clase de estos casos es la de los casos únicos (instantiae solitariae): la naturaleza investigada se encuentra en cosas que nada tienen en común, salvo la participación en dicha naturaleza.
Luego ofrece tratar de otras siete ayudas al entendimiento, en la verdadera y perfecta inducción, pero no pasa de los tratamientos de los casos privilegiados[6].




Filosofía y religión en Bruno.

Nació[7] en Nola (“El Nolano”) en 1548.
Nombre de pila: Filippo, pero se le impuso Giordano cuando ingresó en la orden Dominicana de Nápoles donde fue ordenado sacerdote en 1572.
Espíritu intolerante y rebelde, se enfrentó de joven con dos procesos uno en 1567 y otro en 1576, teniendo que salir de Italia y colgar los hábitos. Acabó en Suiza, donde en ginebra se rebeló contra los calvinistas. Luego vivió en Francia desde 1579, en Toulouse y París. En 1583 viajó a Inglaterra y fijó residencia en Londres, y en Oxford, de donde tuvo que salir acusado de plagio a Ficino. En 1585, volvió a París pero tuvo que salir pronto para Alemania, donde primero ensalzó el Luteranismo para luego ser expulsado de la misma. En 1590 se trasladó a Francfort, donde publicó la trilogía de los grandes poemas latinos. En 1591, fue convencido por Mocenigo para volver a Italia a enseñarle mnemotecnia, y éste le denunció ante el Santo Oficio. Tras la primera retractación, fue nuevamente apresado, y ante la negativa a retractarse nuevamente, fue condenado a muerte, sentencia que se ejecuto al ser quemado en la hoguera en el Campo de las Flores de Roma el 17 de febrero de 1600.


Numerosas. Las más importantes De umbris idearum (1582), Del infinito universo y mundos (1584), Expulsión de la bestia triunfante (1584), De los heroicos furores (1585) etc.


Carácter mágico-hermético de su pensamiento: sigue las huellas de los magos- filósofos renacentistas y avanza notablemente ene. Tipo de razonamiento de Ficino, que Bruno se propone llegar a sus últimas consecuencias. Se trata de una especie de gnosis renacentista, un mensaje de salvación con el sello de la religiosidad egipcia. Su neoplatonismo sirve de base y de armazón conceptual. Uno de los libros fundamentales es el de la investigadora F.A. Yeats Giordano Bruno e la tradizione ermética: “la filosofía de Bruno es fundamentalmente hermética, el era un mago hermético del tipo más radical, con una especie de misión mágico-religiosa”.

Las primeras obras de Bruno están dedicadas a la mnemotecnia y entre ellas destaca De umbris idearum redactado en París y dedicado a Enrique III. El arte de la memoria era antiguo: oradores romanos para memorizar sus discursos, asociaban la estructura y la sucesión de conceptos y de argumentos en favor de dichos conceptos a un edificio y a la sucesión de sus partes. Ramón Llull la había desarrollado tratando de establecer reglas que favorecieran la memorización a través de una precisa utilización de las reglas de la mente, con la coordinación entre las reglas de la mente y la estructura de lo real. En Bruno, la mnemotecnia resurgió en el renacimiento y alcanzo su grado culminante.
La mnemotecnia clásica, fundamentada en lugares e imágenes, hay que entenderla y aplicarla en el ámbito de la memoria mágica renacentista como método para obtener aquella experiencia hermética, imprimiendo en la memoria imágenes arquetípicas o mágicamente activadas. Empleando imágenes mágicas o talismánicas en calidad de imágenes mnemónicas, el mago aspiraba a conseguir conocimiento y poderes universales è personalidad dotada de poderes mágicos.
En el De umbris idearum Bruno remite a Hermes Trismegisto, convencido de que la religión egipcia es mejor que la cristiana, en la medida en que es una religión de la ente, que se realiza superando el culto al sol, imágenes visible del sol ideal que es el intelecto. Las “sombras de las ideas” no son las cosas sensibles: al imprimir en la mente estas imágenes mágicas è reflejo de todo el universo en la mente è potenciación de la memoria y un reforzamiento global de las capacidades operativas del hombre. La obra prosigue con una serie de listas de imágenes, en las que Bruno se basa para organizar el sistema de la memoria: es el renovador de la tradición mágico-hermética inaugurada por Ficino, pero no le interesa reconciliación entre esta doctrina y la dogmática cristiana, sino que su propuesta es llegar hasta el final del camino.

Universo infinito y religión de la naturaleza.

En su etapa inglesa redactó y publicó sus diálogos italianos, que constituyen sus obras maestras. En Oxford expuso una visión copernicana del universo, concepción heliocéntrica e infinitud del cosmos, relacionándola con la magia astral y con el culto solar tal como Ficino lo había propuesto. Uno de los sabios lo acusó de plagiar palabra por palabra a Ficino è escándalo que le obligación a despedirse de Oxford. La imagen de sí que quería dar, era la del mago renacentista, que propone la nueva religión egipcia de la revelación hermética, el culto del deus in rebus , del dios que está presente en las cosas. La magia, es divina, es natural, y se le llama intermediaria y matemática porque se dedica a las razones y actos del alma. Los fundamentos del egipcianismo de Bruno proceden básicamente del neoplatonismo y una acento notable de tipo panteísta, junto a la insistencia en algunos elementos eleáticos y la introducción explícita de temas de Avicebrón.
Admite la existencia de una causa o un principio supremo (mente sobre las cosas) de la que se deriva todo lo demás, pero que permanece incognoscible para nosotros. Todo el universo es obra de este primer principio; pero el conocimiento de sus efectos no puede uno remontarse al conocimiento de la causa: no es más que el Uno plotiniano, replanteado por un renacentista.
Al igual que Plotino, el intelecto procede del principio supremo, pero Bruno lo entiende como mente en las cosas: facultad del alma universal de la que surgen todas las formas inmanentes a la materia y con la que constituye un todo inseparable. La estructura hilemórfica de la realidad è diferente al concepto aristotélico: las formas son la estructura dinámica de la materia (van y viene, se terminan y se renuevan), porque todo está animado, todo está vivo. El alma del mundo se halla en cada cosa y el intelecto universal está presente en el alma, fuente perenne de formas que se renuevan continuamente.
Según Bruno (difiere de Telesio) todo está vivo en el sentido de que se trata de la vida del alma y de la mente universal que se expande en el universo. Dios se convierte en inmanente y la vida del cosmos se convierte en vida divina, en el infinito expandirse de la misma vida de Dios. Dios y la naturaleza, forma y materia, acto y potencia, acaben por coincidir.. La imagen bruniana del universo: uno, infinito y (además) eleáticamente inmóvil.


En la Expulsión: el egipcianismo de Bruno es una religión (la buena religión) destruida por el cristianismo, a la que hay que regresar y de la cual él se siente profeta, con la misión de hacerla revivir.
Consideró que la religión mágica era una experiencia teúrgica y extática genuinamente neoplatónica, una ascensión hacia el Uno. El egipcianismo hermético se reducía al egipcianismo interpretado por los neoplatónicos de la antigüedad tardía.
Bruno estuvo influido por el pensamiento de Ficino y Pico de la Mirándola con toda su fuerza psicológica, sus asociaciones cabalísticas y cristianas, su sincretismo abarcador de diversas posturas filosóficas y religiosas, antiguas o medievales, y asimismo, con su magia.
La filosofía de Bruno sale a escena en un siglo intolerante que buscaba en el hermetismo religioso un refugio de tolerancia para la unión de las diversas sectas que luchaban entre sí.
Predica una especie de contrarreforma egipcianista; una reforma moral incidiendo en la importancia de las buenas obras en su dimensión social y una ética basada en criterios de utilidad social.
Bruno no coincidió con los católicos ni con los protestantes, y que los apoyos que buscó fueron tácticos para realizar su propia reforma: provocó reacciones violentas. Su concepto de divinidad e infinito fueron de carácter neopagano, que gracias al aparato conceptual del neoplatonismo (Cusa y Ficino) podía manifestarse casi a la perfección.

El hombre y el universo infinito.

Si la causa o el primer Principio es infinito, también ha de serlo el efecto.
Bruno no sólo apoya la infinitud del mundo en general, sino también la infinitud en el sentido de la existencia de mundos infinitos semejantes al nuestro, con otros planetas y otras estrellas.
La vida es infinita, porque en nosotros viven infinitos individuos, al igual que en todas las cosas compuestas. Morir no es morir, no es más que una mutación accidental, mientras que lo que muta permanece eternamente. La mutación no busca “otro ser”, “sino otro modo de ser”. Y en esto reside precisamente la diferencia entre el universo y cada una de las cosas de éste “Aquél abarca todo el ser y todos los modos de ser; cada una de éstas tiene todo el ser, pero no todos los modos de ser”.
El Universo en Bruno es esferiforme y al mismo tiempo infinito è el concepto de dios como esfera le sirve perfectamente a Bruno para la conciliación de ambos conceptos.
Dios es todo infinito y totalmente infinito, porque es todo en todo y también totalmente en cada una de las partes del todo. El universo, como efecto que procede de Dios, es todo infinito, pero no totalmente infinito, porque es todo en todo, pero no totalmente en todas sus partes.
Las razones de la entusiasta aceptación por Bruno de la teoría heliocéntrica.
a)                  Concordaba a la perfección con su gnosis hermética, que atribuía al sol (intelecto) un significado muy peculiar
b)                  Le permitía dejar sin efecto la estrecha visión de los aristotélicos, que defendía la finitud del universo.




La contemplación plotiniana y el hacerse uno con el todo se convierte en heroico furor: hay que retroceder ascendiendo, recorriendo en sentido inverso el descenso que se produjo desde el principio hasta lo principiado. Pero la contemplación se transforma en una forma de endiosamiento, que es furor e amor, anhelo de convertirse en uno con la anhelada, en el que el éxtasis plotiniano se transforma en experiencia mágica.
La obra que trata sobre el hombre trascendido al universo infinito es precisamente De los heroicos furores: diario espiritual de un hombre que aspiró a ser un mago religioso (según Yeats). El elemento central del libro y el sentido de los “heroicos furores” reside en el mito del cazador Acteón, que vio a Diana y de cazador fue transformad en ciervo, en pieza de caza, y que fue destrozado por sus perros. Diana: símbolo de la divinidad inmanente en la naturaleza; Acteón: el intelecto è cazar la verdad y la belleza divinas: los mastines y lebreles: simbolizan en el primer caso (los más fuertes) las voliciones, y en el segundo (los más veloces) los pensamientos.
La verdad buscada está en nosotros mismos y cuando descubrimos esto, nos convertimos en anhelo de nuestros propios pensamientos y comprendemos que “teniéndola en nosotros, no era necesario buscar fuera la divinidad. Cuando culmina el “heroico furor”, el hombre todo entero ve todo, porque se ha asimilado a este todo.

G. Bruno es uno de los filósofos más difíciles de entender y el más complejo de todos los renacentistas. No parece posible tenerlo por precursor de la revolución del pensamiento moderno (revolución científica): sus intereses eran de naturaleza mágico-religiosos y metafísicos. Su defensa de la revolución copernicana obedecía a factores distintos de aquellos en los que se había basado Copérnico. No hay relevancia matemática en muchos supuestos de sus escritos. No es un pensador moderno (no se anticipa a los descubrimientos del siglo veinte), sin embargo, Bruno se anticipa de un modo sorprendente a ciertas posiciones de Spinoza, y sobre todo de los románticos. Schelling muestra cierta afinidad. La obra de Bruno es una de las cimas del renacimiento, y al mismo tiempo y uno de los finales más representativos de esta época.



[1] Voy a seguir a Copleston Historia de la Filosofía Tomo 3 Capítulo XIX” Editorial Ariel. Me parece más resumido aunque más completo que el Reale Antiseri (del que pondré algunas anotaciones) el cual es más extendido en algunos aspectos pero en los que se explaya con excesivos textos del propio Bacon, que, aunque aclaran los conceptos que expone, le permite explicar menos conceptos.
[2] El empleo por Bacon de término de Aristóteles no constituye una guía segura en cuanto al significado de los mismos. La metafísica no era para él ni el estudio del ser en tanto que ser ni una contemplación de causas finales inmóviles; era el estudio de los más generales principios o leyes o “formas” del mundo material, y ese estudio se aborda con vistas a un fin práctico. Su consideración de la filosofía era naturalista y materialista: excluía toda consideración del ser espiritual. El filósofo puede ser capaz de Mostar que existe una Causa primera; pero no puede decir cosa alguna acerca de la naturaleza de dios. Igualmente aplicable a la inmortalidad, debido a la tajante distinción entre teología y filosofía. Para Bacon la filosofía primera era el estudio de los axiomas que son comunes a las diferentes ciencias y de diversos conceptos “trascendentales” considerados en sus relaciones a las ciencias físicas. En un sentido amplio, la concepción baconiana de la filosofía era de carácter positivista, no entendiendo con esto el que rechazase la teología como fuente de conocimiento.
[3] REALE Oñ. Cit. Inserta un artículo acerca del método inductivo “SOCIOLOGÍA DEL CONOCIMIENTO, HERMENÉUTICA Y EPISTEMOLOGÍA, Y SU RELACIÓN CON LA TEORÍA DE LOS ÍDOLOS: considera oportuno recordar a Karl Manheim el cual ve en la teoría de los ídolos un precedente del moderno concepto de ideología. Todas las fuentes de error provienen de la naturaleza humana misma o de los individuos particulares. En cualquier caso, los ídolos constituyen obstáculos en el camino hacia el verdadero conocimiento. Existe, sin duda, una cierta concesión entre el moderno término “ideología” y el término que Bacon utilizó para indicar una fuerte de error. El hecho de que la sociedad y la tradición puedan convertirse en fuente de error constituye una anticipación directa del punto de vista sociológico. H. G. Gadamer el hermenéutico sostiene que la labro de Bacon consiste en haber investigado de manera global los prejuicios que aprisionan el espíritu humano y le apartan del verdadero conocimiento de las cosas. Haber realizado una metódica auto purificación de la mente. La doctrina de Bacon acerca de los prejuicios tiene la relevancia de haber sido la primera que hizo posible una utilización metódica de la razón. Para Gadamer los prejuicios son un elemento constitutivo de la mente humana. Esta no es ni será una tabula rasa, siempre será una mente llena de ideas, de prejuicios que hay que someter a criba. Karl Popper, afirma sobre esta cuestión que una mente vacía no ve nada: la ciencia está hecha precisamente de prejuicios o conjeturas que la experiencia debe someter a comprobación. El Bacon de Popper tiene una imagen típico- ideal y no una reconstrucción historiográfica escrupulosa. El método de Bacon inspiró a Boyle y al propio Newton, los cuales se consideraron seguidores y continuadores del método de Bacon.
[4] REALE ANTISERI: “LA INDUCCIÓN POR ELIMINACION: Una vez se ha purificado de los ídolos, el objetivo es saber cuales son los caminos o los procedimientos, cuál es el método mediante el cual se alcanza el objetivo: dos partes, Hay que seguir el camino de la inducción, pero de una “inducción legítima y verdadera, que constituye la clave misma de la interpretación”, y no de la inducción aristotélica.”
[5] REALE ANTISERI: “EL “EXPERIMENTUM CRUCIS: Bacon toma la primer hipótesis como guía de la investigación posterior, que consiste en la deducción y el experimento, en el sentido de que de la hipótesis obtenida deben deducirse los hechos que implica y prevé, y experimentar con objeto de comprobar en condiciones diversas si es que tales hechos implicados y previstos por la hipótesis se verifican en la práctica. De este modo se elabora una especie de red investigadora de la que parte toda una serie de interrogantes que urgen a la naturaleza para que responda. Un numeroso conjunto de técnicas experimentales (fantasiosas) entre las cuales asumen particular relevancia las “instancias de la cruz”. Se pone en práctica la estrategia del experimentum crucis cuando durante la búsqueda de una naturaleza, el intelecto se muestra inseguro y no se decide entre a cuál de dos o más naturalezas hay que asignar o atribuir la causa de la naturaleza examinada; debido al frecuente y ordinario concurso de varias naturalezas las instancias cruciales muestran que el vínculo entre una de éstas con la naturaleza dada es constante e indisoluble, mientras que el de las demás resulta variable y separable. Así se resuelve la cuestión y se toma como causa aquella primera naturaleza, mientras que se rechaza y se repudia a la otra. La controversia acerca de la fuerza de los experimenta crucis es en el momento actual más activa que nunca (Popper defiende su validez y Quine la rechaza).
[6] La valoración que Copleston hace de Bacon parte de la consideración en que es tenido como el heraldo de una era científica. Una de las trabas es que no supiera conceder a las matemáticas la importancia que actualmente poseen en física, también se considera debilidad en su sistema el que no llegara a reconocer que existe el genio científico y que su papel no puede ser adecuadamente suplido por la utilización de un método casi mecánico: desconfiaba del empleo ilegítimo de la imaginación y la fantasía en la ciencia. Lo que le impidió considerar la diferencia entre el gran científico que idea una hipótesis fecunda y el hombre que es capaz de hacer experimentos y observaciones cuando se le han trazado las líneas de su trabajo.
[7] Para Bruno sigo el REALE ANTISERI, op. Cit. IV 3


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