lunes, 20 de junio de 2011

LA PSICOGÉNESIS DE LA MORAL

La moral, según el sociologismo sería algo exterior al hombre, impuesto a él desde fuera. Conforme al principio antropológico, al revés, viene dada en el hombre mismo, en cada hombre, en su psicología.
El psicologismo moral no debe ser confundido con el subjetivismo moral. La filosofía inglesa ha pretendido convertir la moral, como por lo demás toda la filosofía y aún la religión en psicología.  Locke y su idea de la opinión publica como origen de normas morales. En Shaftesbury, cuyo punto de partida es introspectivo. En el soliloquio o diálogo del hombre consigo mismo se produce un desdoblamiento del alma “Adviser or Guide” è Daimón, el Genio o el Ángel.
Los verdaderos fundadores de la ética psicológica son al decir de Aranguren David Hume y Adam Smith. Con ellos la idea de la opinión publica experimenta un firo psicológico: es el “espectador desinteresado” quien, movido por simpatía o antipatía, emite juicios inmediatos de gusto.
Al psicologismo pueden hacérsele todas las objeciones válidas frente al sociologismo moral, del cual no ha sido sino su estadio previo, puesto que el “Se” hipotético, “espectador desinteresado” es tan impersonal como el “Se” social y viene a coincidir con él.  El psicologismo inglés está hoy desfasado y sobrepasado en la intención por el behaviorismo. La ética anglosajona contemporánea, de Moore a Toulmin, se mueve en el plano lógico, como análisis de los juicios ético. Para el primero la cuestión de cómo ha de definirse lo bueno es la cuestión más fundamental de toda la Ética. El tema de la Ética no es lo bueno en cuanto a tal, sino el hacerse bueno del único ser a quien este hacerse le compete, el hombre; la bondad operativa y no la bondad entitativa, por eso la escolástica habla de la subalternación de la Ética a la Psicología.
El gran servicio prestado por el positivismo sería entonces el de haber llamado la atención sobre este “hecho moral”; pero el quedarse en él sería su gran limitación.
Partiendo del comportamiento es preciso poner de manifiesto cómo emergen los actos morales en cuanto morales. Aranguren se engolfa en una explicación sobre la psicología del comportamiento en su forma de behaviorismo o conductismo. No es una teoría unívoca, sino más bien un método de observación y experimentación científica que admite diferentes interpretaciones de la realidad. El aprendizaje acontece siempre por conexión directa entre el estímulo y la respuesta, de tal modo que a qué suscita inmediatamente ésta. Hace referencia también a la teoría e Hull, que completa la anterior, mostrando que el comportamiento ulterior se ve reforzado por la tendencia a repetir un comportamiento que ha dado buen resultado. è la reducción de lo moral a lo psíquico se presenta bajo el hombre de “meliorismo” y explicada por la “ley del efecto” puede expresarse: la tendencia del hombre a lo que concibe como “bien” no es más que el “efecto” consciente de la conexión fisiológica reforzada entre la situación en que se encuentra el sujeto y el buen resultado obtenido anteriormente en una situación análoga. Miller y Dollard han dicho que toda sociedad es aprendizaje; el meliorismo, contrayendo el problema, pretende que toda moral es aprendizaje.
Tercera teoría la teoría cognitiva ( Alport, Goldstein, Tolman) que en términos de operacionismo y no de introspección dice “sí” a las ideas, è amplía el concepto de “intervening variables”, que pone en relación con la “creative instability”., Inestabilidad que al producir la ruptura del equilibrio vital, fuerza a la constante reestructuración y, mediante la aplicación de conceptos como los de “sing” y “meaning”, así como con frecuencia otros procedentes del gestaltismo, muestra la realidad de un “purposive behavior”.
Aranguren sigue las ideas antropológicas de Zubiri: el hombre en tanto que moral. La realidad moral es constitutivamente humana, se trata de una necesidad, de una forzosidad exigida por las propias estructuras psicobiológicas.
Zubiri parte de la confrontación entre el comportamiento animal y el humano. Dice que existe un ajustamiento perfecto entre el animal y su medio è justeza. Las estructuras somáticas exigen la aparición de la inteligencia. Pero ¿qué es? Pura y simplemente que el hombre para subsistir biológicamente, necesita “hacerse cargo” de la situación, habérselas (habitud) con las cosas como “realidad” y no meramente como estímulos. è Versión de la realidad en cuanto realidad. El medio animal cobra, por virtud de ella el carácter de “mundo”. El hombre tiene que considerar la realidad antes de ejecutar un acto; pero esto significa moverse en la “irrealidad”. La segunda dimensión de la situación de libertad no sólo de tener que responder unívocamente, sino también libertad para pre-ferir en vista de algo, convirtiendo así los estímulos e instancias y recursos, en “posibilidades”. Al animal le está dado el ajustamiento, pero el hombre tiene que hacer este ajustamiento, tiene que justificar sus actos. La justificación es: la estructura interna del acto humano. Las acciones humanas, para ser verdaderas han de ser realizadas por algo, con vistas a algo, y esto mismo en sentido positivo que en negativo; pero que sena justificadas no quiere decir que lo sean totalmente, sino sólo dentro de los limites biológicos dados ha de hacerse el trazado del ajustamiento.

¿En qué consiste estrictamente la justificación?

La realidad no es más que una, las posibilidades, muchas. Hay que pre-ferir. Entre las mismas posibilidades hay también un ajustamiento una pre-ferencia è el problema de la justificación no consiste únicamente en dar cuenta de la posibilidad que ha entrado en juego, sino también de la pre-ferencia. Ahondando más, el ámbito de lo posible se abre por tendencias (en sí mismas injustificables) en tanto que inconclusas. La pre-ferencia pende, de las ferencias o tendencias previas. Las ferencias hacen, inexorablemente, preferir.
¿Qué es lo que nos hace preferir? La bondad misma de la realidad. Queda justificado el ámbito de la realidad buena en cuanto el hombre prefiere la realidad buena. A continuación resume en varios puntos la “investigación” realizada hasta el momento.
1.    Ajustamiento del acto a la sitacuón. Al animal le viene dado, el hombre tiene que hacerlo. Primera dimensión de la justificación (como ajustamiento è con Zubiri lo llama moral como estrutura.)
2.    Segundo sentido de la justificación: como justicia. El acto se ajusta no a la situación ni a la realidad sino a la norma ética. No significa simplemente ajustado sino “honesto”. A esta segunda dimensión è moral como contenido.
3.    Los actos del hombre en el segundo sentido de justificación y moral è pueden ser justos o injustos, morales e inmorales hasta amorales.
4.    En el primer sentido, e hombre no tiene más remedio que ser justo o ajustado a la realidad. El hombre conduce su vida è conducta. Tiene que hacerlo así porque si vida no está predeterminada por sus estructuras psicobiológicas. Estas exisgen que sea libre y necesariamente el hombre ha de ser libre para ser constitutivamente moral. Para hacer este ajustamiento ha de tener una disposición mayor o menor, suficiente o deficiente è bajo de moral, desmoralizado ( expresiones que tienen que ver con la moral pero en el plano de la moral como estructura.).
5.    De las dos dimensiones de la moral, la moral como contenido se monta necesariamente sobre la moral como estructura y no puede darse sin ella.
Expuesta la manera de entender la articulación de la antropología y la Etica, (subalternación escolástica de la Etica a la Psicología) Aranguren pasa a hacer otras consideraciones éticas.

Otras concepciones éticas

La distinción entre la moral como estructura y la moral como contenido es homóloga a la distinción escolástica entre el ser moral en común y su especificación en bueno y malo. Santo Tomás puso el mayor interés filosófico en mostrar la estrecha vinculación entre la inteligencia y la libertad. La libertad para preferir ésta o la otra posibilidad procede de que la inteligencia proyecta diversas posibilidades de salida de la situación actual: una estructura a la vez compleja u unitaria.
La afirmación de Aristóteles y de la Escolática es que el hombre se conduce siempre conforme a lo que le parece mejor; pero el bien de este mejor puede no ser el bonum moral, sino el bonum communiter sumptum.
Después de este fiasco de definición, muy arangurena, da por enrollarse y divagar con otro de sus invitados sorpresa, en esta ocasión tira de Benedetto Croce y sus dos grados de la vida práctica: la actividad económica y la actividad moral (que implica el anterior.) Querer económicamente es querer un fin, un fin racional como universal. Esta afirmación la recoge otro de los invitados de Aranguren en esta ocasión W.G. de Burgh, con sus dos sentidos de right.
1.    lo que ha de hacerse (tratamiento de la situación)
2.    lo que debe ser hecho (exigido por la ley moral dentro de una misma situación.)
La estratificación (psicólogos, caracterólogos y psicoanalistas) consiste en distinguir en el hombre distintos niveles o estratos, y procede de Platón. El nivel inferior, de naturaleza biológica, es el de los impulsos o apetitos (epithymía) cuyo principio fundamental es el placer. Sobre él, el estrato del trymos, el de la fuerza (andreía) y la grandeza del alma (megalopsykhía); por encima de ambos, el nivel del espíritu. El tercer estrato provee de sentido a los dos primeros pero a su vez se alimenta de ellos. A estas teorías pueden reducirse (no viene a cuento pero él lo larga para darse fuste) las ideas de Hartmann y Le Senne. Vamos a ver qué dicen estos nuevos invitados.
Hartmann distingue la fuerza y la altura. Los principios más elevados dependen de los más bajos y sacan su fuerza de ellos (principio de la fuerza); pero al mismo tiempo los conforman.



¿Cómo llegan los individuos a adquirir las normas éticas y la “experiencia ética”? Existe diferencia entre las creencias de una persona y el que las cosas sean realmente valiosas, correctas, elogiables y demás; entre comprender las causas y la génesis de los valores individuales y el saber si estos valores o normas son justificables.
Brandt, intenta ver si de la relevancia de la teoría psicológica de los valores puede extraerse algunas soluciones para dar sentido a la teoría ética.
1.    Las teorías psicológicas de los valores pueden proporcionarnos bases para sentirnos más seguros con relación a cualquier conclusión acerca de si existen desacuerdos últimos e ética ( muestran como tales desacuerdos se presentan en el individuo)
2.    Las teorías de la ética crítica relativas al significado y justificación de los enunciados éticos implican todas ellas algún tipo de compromiso acerca de los hechos observables.
3.    informaciones determinadas acerca de descubrimientos y teorías psicológicas: inferencias con relación a cuestiones tanto de meta-ética como de ética normativa. Estos tres puntos se desarrollan a continuación.

El problema psicológico


¿Cómo adquieren los individuos sus valores éticos? (Episodio del coche aparcado) Las personas pueden diferir en sus respuestas éticas a las situaciones, o en su disposición para dar respuestas éticas de un tipo determinado en determinados tipos de situación.
En el ejemplo se toman como características principales: Verbalización, impulso de parar (motivación), suposición de la intervención de una opinión foránea que censurase la conducta del individuo. è para normas éticas: Interacción cara-cara entre seres humanos, se muestra la relación individual con respecto al bienestar de los otros seres humanos afectados por nuestra conducta. El episodio del conche aparcado es una situación de un agente, aunque pueden darse situaciones de espectador, y las decisiones de acciones que realizamos en relación con las cuales no sentimos obligaciones en absoluto: decisiones acerca de realizar lo que creemos mejor.
Nuestros sentimientos intuitivos nos sugieren que deberían darse explicaciones genéticas un tanto distintas, de algunos de estos distintos tipos de casos. Necesitamos un término simple para referirnos a la disposición o prontitud con que una persona proporciona respuestas è coche aparcado.
Propone contestar la pregunta inicial haciendo dos cosas:
1.    nombrar en la sección siguiente factores estadísticos que puedan suponerse razonablemente afecta a los valores de una persona en alguna medida. Qué efectos producen.
2.    Describir tres tipos de teorías especulativas (conductista, freudiana y gestalt) que intentan alcanzar leyes básicas del desarrollo humano, precisamente estas porque intentan alcanzar los fundamentos y formular leyes básicas y tienden a clasificar los valores junto a otro tipo de fenómenos humanos. Son teorías especulativas y controvertidas. Una vez vistas, Brandt pretenderá ensamblar todo el material experimental conjuntamente en el marco de una teoría generalizadora.

Observaciones acerca de la génesis de los valores, espacialmente los valores morales

Las influencias familiares.-

Evidencia: las experiencias del niño en su hogar están estrechamente relacionadas con el contenido de sus valores y la importancia de éstos.
El nivel verbal es el mínimo.
El niño acepta el código paterno inicialmente, porque carece de otras referencias.
No está constatado, y se encuentra con el problema de no ser recordable de mayor ninguna de estas recomendaciones recibidas de pequeño. Pero no obsta para la aplicación de la teoría.
El aprendizaje infantil sobre lo bueno y lo correcto no mantiene un patrón fijo: el niño incorpora parte de los valores, porque llega a sifrir experiencias evitables, culpabilidad y remordimientos por:
    Los padres no solo arbitran la conducta sino que la imponen por medio de castigos.
    Los niños sienten interese en como los consideran como personas otras personas aparte de los padres.
    Es relevante el nivel afectivo que se mantiene dentro del núcleo familiar.
    Por nuevos mecanismos de “identificación”, el niño incorpora valores de sus padres: p.ejm. el castigo amoroso.

Otras figuras de prestigio

La conciencia omnisciencia paterna va en declive conforme el niño va creciendo.
El niño, dando por sentado el afecto de su familia, se interesa por ingresar en grupos más amplios, entre personas de su edad. Aunque hay muchos autores que consideran a los diez años fijados los valores en una persona para toda su vida.

 Intereses, necesidades y temperamento personales

Tenemos[3] tendencia a racionalizar y por eso consideramos que los juicios éticos están influenciados por intereses personales, por mucho que las personas intenten justificarse en ideas propias.
Un tipo de interés al que Brandt otorga especial atención es el relativo a las relaciones favorables con otras personas.
Es muy especulativa la posibilidad de que ciertos tipos de personalidad generen determinados tipos de valores.

Sympatheia (simpathy)

Algunos filósofos[4] consideraron los valores morales de la gente como una cuestión casi totalmente de respuestas simpáticas y a los juicios morales como casi totalmente derivados de éstas.
Respuesta simpática è impulso de aliviar al que está en apuros, y la experiencia del gozo de ver a otro en la felicidad de un bien que haya recibido.
Distintas opiniones de los psicólogos, sobre todo en su génesis, y se remontan (como no) a la infancia de los individuos.
Lo que interesa a Brandt es que las respuestas simpáticas pueden colisionar con las formas aceptadas de conducta y opinión éticas. El goce simpático de la felicidad de los demás puede servir para confirmar la aprobación de una regla de comportamiento, tan favorable en su efecto a nuestro bienestar personal.
Teorías de la conducta èèèè           

Una teoría estímulo-respuesta del aprendizaje: Clark Hull

Complicado conjunto de leyes que conectan campos de estímulo, impulso, respuestas o los estímulos a partir de los impulsos y otros diversos factores, observables y no observables.
Configuradas de modo que pueden predecir el comportamiento.
¿Interés? El decir ético y las conductas de ayuda y sentimientos de culpa è respuestas de conducta a las que se aplican las “leyes de Hull sobre el aprendizaje y la respuesta. Interesa a Brandt particularmente la teoría de los impulsos aprendidos. ¿Por qué? Debido a la motivación para ayudar a alguien necesitado, aversión a quebrantar promesas, interés por conocimiento o las cualidades personales., igualdad de oportunidades è impulsos secundarios.
Aprendizaje: cuando se da reducción del impulso a del estimulo del impulso, la cual sirve para reforzar una tendencia a la repetición de las respuestas realizadas ante un estímulo semejante.
Necesidades orgánicas: impulsos primarios.
Impulsos aprendidos: secundarios (los que interesan). Y se adquieren según Hull si se ha asociado un estímulo con la evocación y reducción de estímulos de impulsos, pues su comparecencia tenderá a producir en el futuro los mismos estímulos de impulsos por su propia cuenta. (la visión de la clínica por el niño ante el dentista [estímulo e miedo en el futuro]).
La ansiedad es motivadora de forma innata: deseamos librarnos de ella.
Esta teoría puede asignar un papel en el desarrollo de los valores personales a los miembros del propio grupo o a las personas de prestigio. También predice que las “experiencias personales” pueden proceder a establecer valores éticos, con total independencia de los premios y castigos de los padres u otros seres humanos: la interacción con determinados objetos o situaciones puede ser intrínsecamente gratificante o dolorosa.
Con respecto a la parte verbal de la experiencia ética: Hull hizo énfasis en la posibilidad de que las palabras puedan, como las sonrisas o malas caras de nuestros padres, funcionar como refuerzos “secundarios” respecto a la conducta: esto implica que puede darse el tipo más diverso de diferencias entre los valores éticos de personas distintas, ya que si solo se consideran las sanciones concedidas resultaría que los valores éticos pueden formarse de cualquier modo concebible.
1.    Cuestión empírica: relativa a qué tipos de respuesta tienden a originarse mediante ciertos tipos de estímulos: teoría de Hull no se pronuncia è esta teoría es de aprendizaje, no de las tendencias no aprendidas.
2.    En la situación en la que tiene lugar el aprendizaje del niño,m premios y castigos se otorgarán en buena medida con vistas a preservar el bienestar humano.
Teoría de Hull: para Brandt es de gran interés porque es la teoría psicológica desarrollada con más detalle y con gran cantidad e trabajo experimental.[5]
Existen más tendencias y direcciones no aprendidas de las que Hull admitía: Brandt sugiere que las respuestas simpáticas o las actitudes desfavorables hacia la injusticia son innatas. Recordando que la teoría de Hull respecto a los fenómenos morales es especulativa.

La teoría psicoanalítica de Freud

Las ideas de Freud, a diferencia de las de Hull, no constituyen un sistema teórico destinado a predecir datos experimentales controlados: es un conjunto vagamente organizado de ideas consideradas por Freud buenas por su éxito y esclarecimiento en el tratamiento de pacientes neuróticos.
Tema central: el problema de todo ser humano es el de satisfacer sus impulso instintivos dentro del marco de posibilidades que le ofrece su mundo, y dentro del marco de reglas e ideales de su propia conciencia o súper – ego, conteniendo además propuestas acerca de la naturaleza y desarrollo de la conciencia o “Súper- ego”.
Freud consideró la conciencia como un producto social. Teoría de la identificación: tendencia de una persona, en determinadas condiciones emocionales, a imitar, consciente o inconscientemente, la personalidad completa de otros, incluyendo comportamiento, actitudes y valores. Para un niño è el padre de su mismo sexo. Sin embargo, no son los únicos modelos. La incorporación total se deriva de que el niño desempeña el papel del padre, ya bien en la realidad o en la fantasía, y es recompensado por ello. Puede incluir el comportamiento afectivo para con uno mismo.
Controversias acerca de si tal proceso desempeña un papel importante en el desarrollo de la concienciaè el material obtenido no puede aún establecer esta cuestión de un modo definitivo. Los conceptos psicoanalíticos se utilizan a veces para explicar valores ético particulares.
Ciertos sentimientos morales son considerados como medidas defensivas, que actúan para ayudar a la represión de las tendencias prohibidas por los padres.. Muchos psicoanalistas pensarán que uno de los más importantes resultados del tratamiento psicoanalítico es la modificación del sistema de preferencias o valores del paciente en un sentido u otro.
Según Brandt, la teoría psicoanalítica no proporciona la respuesta completa a la psicología e los valores éticos, ya que no contiene teoría de los cambios en normas éticas durante los años adultos. No proporciona material alguno para la comprensión de las modificaciones de los valores éticos en un grupo social. Tampoco explica por qué pueden darse valores universales interculturales.

La teoría Gestalt

Como cada teoría general considerada, consiste en la incorporación de valores éticos dentro de un marco de ideas que han tenido éxito en la forma de tratar algún ámbito determinado de hechos. La Gestalt comenzó por ser una teoría de la percepción, y su teoría de los valores es una ampliación o aplicación de las ideas generales que resultaron fructíferas en su primer cometido. Los psicólogos de la Gestalt no han hecho muchas manifestaciones acerca del discurso ético. Afirman que existen leyes generales de organización perceptiva, exactamente tan fundamentales como las leyes que describen la visión de los puntos. Algunos gestalistas consideran que estas leyes de la organización perceptiva son explicables ellas mismas mediante referencia a les leyes físicas, las acerca del fluido de las corrientes eléctricas condicionadas, ya que consideran los hechos de la percepción como representaciones de hechos mentales, procesos electroquímicos del tejido cerebral.
Esto lleva a considerar que se despiertan emociones universalmente en presencia de determinados significados, metas y tensiones, en presencia de una estructura característica de la experiencia. Este fenómeno pudiera analizarse mejor de acuerdo con la forma en la que se concibe la organización perceptiva y no como un resultado condicionamientos.
Brandt en la consideración de que existieran estas leyes, pregunta ¿ por qué no son los valores éticos iguales en todo el mundo? El gestalista replica con otra respuesta ¿se está seguro de que no lo son? Se puede considerar que un hombre puede aprobar un acto que, en cuanto acontecimiento físico o sociológico es exactamente el mismo acto que el oro hombre desaprueba. Psicológicamente los actos son distintos para las dos personas. è los gestalistas sugieren que posiblemente los actos que son psicológicamente iguales reciben siempre la misma valoración ética; posiblemente los valores éticos básicos sean iguales en todas partes, de modo que no existe desacuerdo último en ningún sitio.
Los gestalistas realizan la misma distinción acerca de os cambios de normas y valores éticos. Quizá, sugieren los valores éticos básicos no cambian nunca; tal vez lo que cambia es solamente el significado o el carácter psicológico de la situación que se valora ¿Qué función ejerce la “sugestión por el prestigio”? è El saber que una persona inteligente mantiene una posición opuesta a la nuestra puede ser una experiencia innovadora que nos haga revisar la situación y apreciar puntos que no habíamos visto antes. è Estos factores nos obligan a revisar los hechos, o nos hacen ignorar algunos hechos, o acentuar ciertos elementos. El gestalista es sumamente convincente cuando analiza cuestiones como los fenómenos de sympatheia, o la influencia de la información en el pensamiento ético, o la exigencia de consistencia.
El gestalista no está obligado a mantener que todos los casos de “sentirse obligado a...” son correctos. Más plausible sugerir è es correcto para la situación tal como la persona la entiende. [6]
Los gestalistas no están siempre dispuestos a mantener que los valores éticos son una cuestión tan simple como la agrupación perceptiva. Las respuestas éticas deben considerarse como dependientes en parte de nuestras experiencias pasadas, asociaciones o necesidades que no aparecen representadas en la conciencia actual. Insistirán en que existen estructuras o direcciones de los valores humanos que, a pesar de que las leyes que se refieren a ellas, pueden remitir a hechos inconscientes del yo y no pueden ser consideradas simplemente como el resultado de un condicionamiento.
Brandt se pregunta si existe la posibilidad de que nos veamos a elegir entre alguna de las teorías enfrentadas. Concluye que los experimentos futuros muestres tal vez que existen algunas estructuras bastante fijas y también que la experiencia pasada y la educación recibida tengan mucho que ver con algunos valores. Las futuras observaciones quizá muestren que ambos modos de pensar están justificados, pero que ninguno de los dos modelos se ajusta con exactitud al caso de los valores. Es posible que exista el conocimiento ético, cualquiera que sea la teoría psicológica que se elija de las que se han expuesto.  Si somos gestalistas è obligados a ser menos relativistas éticos, aunque la doctrina del relativismo ético, según Brandt, en la medida en que es defendible, no es catastrófica para la ética normativa, sino que solamente complica un poco más las cosas.


[1] Aranguren, J.L.L. , Ética, op. Cit. 1º parte, cap. 6
[2] J.L.L. Aranguren Etica, op. cit. 1 ª parte Cap. 7
[3] NOTAS: - Tendencia a racionalizar è los juicios extras mediatizados por intereses personales.
-          En materias complejas è correlación entre juicio emitido e interés personal. Éste es muy importante, y no necesariamente ha de ser armónico.
-          El modo en que se producen estos afectos pasan de testimonios desfavorables, olvidarlos cuando los halla, o a interpretarlos a conveniencia para justificarse.
-          Relaciones interpersonales ( interés importante: marco desfavorable o favorable a del. Posturas o pensamientos.
-          Especulativa: cierto tipo de personalidad genera determinados valores.
[4] Hume, Smith, por ejemplo.
[5] Algunos han mostrado que la teoría de Hull es excesivamente simplificadora: las recompensas no desempeñan una función tan importante en el aprendizaje como su teoría propone.
[6] Koffka: la valoración de un objeto estético puede estar equivocada si una persona pone demasiado por su parte en la experiencia de verlo u oírlo, de modo que el objeto parecerá extraño y no sea juzgado por sus propios méritos.


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