domingo, 16 de septiembre de 2012

OBJETO, MÉTODO Y FUNCIÓN DE LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA


 

 
OBJETO, MÉTODO Y FUNCIÓN DE LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA[1]

 

 

 

1.       La vida humana como el objeto de la antropología filosófica

a.       Dificultades de la cuestión y resumen de lo anterior

b.      Mismidad, indeterminación e imagen del ser humano: dificultades.

c.       La autointerpretación o autorreferencia como elemento básico del ser humano y cómo vivirse

2.       Objeto y método de la antropología filosófica

a.       Autoexperiencia y autotestimonialidad: bases del método antropológico-filosófico.

b.      Necesidad de un límite para definir la antropología filosófica.

c.       Antropología filosófica y filosofía antropológica: la "realidad radical" en sus dimensiones básicas como tema de la antropología filosófica.

3.       Las tres funciones de la antropología filosófica

a.       La antropología filosófica como tarea crítica

b.      La antropología filosófica como teoría y ontología

c.       La antropología filosófica como tarea utópico-moral.

 

La vida humana como el objeto de la antropología filosófica


 

Dificultades de la cuestión  y resumen de lo anterior


                                    i.            Difícil:

1.       Porque el sh debe ser estudiado como un objeto siendo un sujeto.

2.       Porque la filosofía habla de los ámbitos o condiciones en que se dan los objetos no de ningún objeto.

                                  ii.            Apariencia trascendental:

1.       El ser humano nunca puede ser entendido como objeto, y aunque sea esta una dimensión básica de su ser,

2.       Siempre es necesario tener presente su dimensión de sujeto.

                                 iii.            Uno de los elementos críticos frente a las ciencias humanas: ser sujeto ha de determinar la cuestión del método.

                                iv.            Se ha rechazado la articulación negativa defendiendo la necesidad de una toma positiva en consideración de todas las ciencias humanas o del sh.

                                  v.            La filosofía del sh descubre el nivel de la indeterminación:

1.       No clausura respecto a la biología y a la sociedad.

2.       AP debe mostrar en las ciencias la presencia actuante en el sh de un nivel que no se deja eliminar ni explicar por las ciencias de lo humano: la mismidad.

                                vi.            Un segundo nivel básico de la relación entre AP y CCHH:

1.       Paso de la actitud meramente teórica anterior a un estudio más particular

a.       Apropiarse del sentido que cada pueblo, persona, grupo, se da a sí mismo y a la vida

2.       Dirección de la AP trascendiendo necesariamente las ciencias humanas, al asumir la necesidad de una comparación evaluativa de esos sentidos.

                               vii.            Tarea:

1.       Unificar las dos líneas

2.       De lo contrario no se podría decir que existiera UNA AP.

Mismidad, indeterminación e imagen del ser humano: dificultades.


                                    i.            Mismidad:

1.       El sh no es totalmente otro, sino que es también uno mismo; no actúa determinado, sino que él puede autodeterminarse.

2.       Cada pueblo da un sentido a la vida y al ser humano; un sentido práctico, incluye un significado con unos valores y unas normas regidoras de la acción.

                                  ii.            La mismidad actúa en este contexto:

1.       Está dada socialmente

2.       Varía de sociedad en sociedad

3.       La autodeterminación pasa por la formación de una imagen que dirija la acción.

a.       Estas imágenes están presentes en cada sociedad y son ellas las que dicen cómo actuar.

                                 iii.            La dificultad: oscilación del plano social al plano individual.

1.       Cuando se habla de mismidad generalmente se sobreentiende el plano individual.

                                iv.            Sólo el sh existe, porque en su ser le preocupa su ser, esa es su diferencia óntica

1.       El ser humano no es sino que se hace, no tiene naturaleza sino historia, tiene que determinarse: es la vida humana

                                  v.            La vida humana está referida a la vivencia de uno mismo en unos marcos determinados, que en mi propia vida quiero reconfigurar.

1.       Si digo que el objeto de antropología, el ser humano, se concreta en la vida humana, es porque el ser humano se hace en su vida.

2.       Tanto las categorías y modo de ser de la vida humana serán el tema y objeto fundamental de la AP.

                                vi.            Lo que caracteriza la vida humana: ser biográfica.

1.       El sh depende de la autointerpretación que haga de su vida, del significado que dé a su historia.

2.       La autointerpretacion: el transcurso y el decurso, y también es el discurso.

a.       Es una vida hecha por nosotros mismos mediante una selección de unos momentos de ese decurso frente a otros para con ellos constituir una estructura de significado que forma la biografía.

b.      Esa autointerpretación no es algo sólo teórico: es la vida práctica misma en la cual las acciones instauran nuevos significados y fases desde las que se irradia significados para el pasado.

                                                                                          i.            El pasado siempre está abierto a constituirse desde las decisiones y acciones del presente.

                                                                                        ii.            Estas decisiones se toman de acuerdo a valores que favorece, desfavorecen o impiden la marcha de la vida

1.       La vida tiene fines y metas que lograr.

 

 

Objeto y método de la antropología filosófica


 

Autoexperiencia y autotestimonialidad: bases del método antropológico-filosófico.


                                    i.            La AP debe partir de la autotestimonialidad, del hecho de ser testigos para nosotros mismo de lo que somos (Fink).

                                  ii.            Dos obstáculos:

1.       Nuestra experiencia vivida pueda estar ya interpretada

a.       Es necesaria una "Deconstrucción" de las teorías previas

b.      Una crítica negativa de las opiniones que nos podamos ir encontrando y que debe ser llevadas a dación originaria.

c.       Dificultad:

                                                                                          i.            Las interpretaciones de la vida humana están entretejidas con la vida misma.

d.      El hecho de determinarse a interpretar la realidad desde la experiencia propia no desactiva inmediatamente las interpretaciones anteriores.

                                                                                          i.            La instauración de la filosofía es la instauración de una idea reguladora del análisis que de cualquier modo tiene que empezar siempre por una revisión deconstructora.

2.       La dificultad de determinar qué es realmente la autoexperiencia y cuál es su alcance (tema siguiente)

a.       Ofrecer una imagen del ser humano que tenga un alcance universal.

b.      Tareas:

                                                                                          i.            Es preciso matizar el sentido de la autoexperiencia y su alcance

                                                                                        ii.            Es necesario profundizar en la relación de la autoexperiencia con otras posibilidades de experiencia humana, en la exposición que de los otros nos hacen antropólogos, psicólogos o historiadores.

Necesidad de un límite para definir la antropología filosófica.


                                    i.            Es dificultoso responder a esta cuestión porque toda experiencia de la que sepamos es experiencia humana, con lo que todo entraría en el terreno de la AP. Esta es una de las razones por las que Heidegger se opone a la AP.

1.        Hay una tradición de considerar su obra Ser y tiempo como una introducción a la AP. Pero:

a.       En él aparecen la mayor parte de los problemas usuales de la filosofía

2.       Si queremos analizar lo humano, toda filosofía sería nuestro objetivo con lo que la AP se disolvería en la filosofía misma.

3.       De ahí la importancia de la pregunta por los límites que permitan definirla.

                                  ii.            El mismo problema se planteará en la fenomenología a medida que lo trascendental lo abarque absolutamente todo.

                                 iii.            La parte de verdad que hay tanto en las posturas de Husserl como en las de Heidegger es que lo único que quieren decir es que el modo de ser del sh no es como el de otros seres, por el hecho de incluir una relación a sí mismos, que los constituye. La AP no puede ignorar esa dimensión.

                                iv.            Parece tomas como objeto el ser humano: el recazo se refiere a una antropología que toma al sh como un animal especial en el que se han podido detectar rasgos peculiares

1.       Husserl en La crisis: puesto que su filosofía, la fenomenología, pretende reconstruir el sujeto racional, es una AP, una filosofía que quiere expresar la esencia del ser humano, que no se da como ser individual sino como humanidad.

a.       En los capítulos finales, Husserl habla siempre de la humanidad y de que el filósofo es funcionario de la humanidad.

Antropología filosófica  filosofía antropológica: la "realidad radical" en sus dimensiones básicas como tema de la antropología filosófica.


                                    i.            Estamos seguros de que el ser humano no es una realidad entre otras sino que es una realidad a la que todas las demás se refieren.

                                  ii.            La AP tiene como objetivo describir y analizar o explicitar las estructuras de la vida humana.

1.       La llamada por Julián Marías "teoría analítica de la vida humana": aquellas estructuras o dimensiones que el autoanálisis muestra como presentes en toda experiencia humana.

2.       La analítica existencial de Heidegger, expuesta en Ser y Tiempo, representa para el autor del libro una extraordinaria contribución a esa analítica.

                                 iii.            Ese autoconocimiento de las categorías o estructuras fundamentales de la vida humana es necesariamente abstracto. Tales estructuras constituyen el primer andamiaje. Pero:

1.       Esta vida transcurre en unas configuraciones muy precisas que le dan contenido y que nos es preciso concretar

2.       Para que esa estructura sea la estructura de una vida concreta, debemos (Marías) pasar a la estructura empírica de la vida.

                                iv.            Esta aportación convierte en verdadero principio heurístico la noción de biografía mencionado por Dilthey, pero en Marías se convierte en principio de articulación de la vida del sh. Es una estructura empírica.

1.       Se concreta en una relación a la naturaleza mediante el trabajo; en una relación con los otros en un doble nivel:

a.       En el contexto generativo familiar se hace eficaz el carácter sexuado del cuerpo, se vive intensamente el fenómeno que llamamos amor. En un contexto de relaciones estructurales de poder o de dominio. Y en la distancia del trabajo y del amor los trascendemos y os negamos en el juego.

b.      Existencia de un fenómeno al que todos los otros hacen alusión de un modo u otro: la muerte.

c.       Estos fenómenos de la vida constituyen los puntos de articulación de la vida, los soportes necesarios a la biografía.

2.       La vida de uno es la vida o transcurso de la vida a través de esos fenómenos, que no son puras contingencias, sino que se manifiesta precisamente la variedad de la propia vida humana, para cuya explicitación son evidentes los límites del recurso a la mera autoexperiencia, porque el acceso a esa variación se da solo en el conocimiento de los otros, en la historia y en la antropología cultural.

                                  v.            Filosofía fundamental concreta de la cultura, porque esos fenómenos son los núcleos fundamentales en torno a los cuales se articula la cultura.

 

 

Las tres funciones de la antropología filosófica[2]


 

 

La antropología filosófica como tarea científica


                                    i.            Parte del reconocimiento de trabajo irremplazable de las ciencias humanas: Antropología social y cultural.

                                  ii.            Objetivo: precisar con la mayor claridad posible en qué se diferencia la crítica filosófico-a antropológica de la crítica inherente al propio saber científico (no es fácil sin conocer el desarrollo interno de ese saber.

                                 iii.            El profesor San Martín rechaza que la crítica filosófica sea sólo metodológica: la considera insuficiente porque supondría la negación de la filosofía.

1.       El cansancio metafísico y el desarrollo científico ha llevado a muchos a reducir la filosofía a teoría de la ciencia.

2.       Esta actitud es típica de los científicos y también de los filósofos: quienes de antemano parecen aceptar que el único saber del hombre tiene que ser el científico.

a.       Desde ese momento la filosofía no tiene respecto a la ciencia del sh otra función que la crítica metodológica y terminológica

b.      La AP carece de sentido en estos términos, porque implicaría la negación de cualquier contenido al pensamiento filosófico en general: en la actualidad todos los ámbitos de la realidad son abordados científicamente.

c.       Habiendo ciencia de todo, la filosofía no tendría otro contenido que el que le ofrece la ciencia: solo puede ejercer frente a él la crítica metodológica y terminológica o de lenguaje.

d.      Actitud que sigue en vigor. Incentivada por la incapacidad de diseño de espacio epistemológico por los antropólogos filósofos.

3.       La historia de la ciencia muestra el rápido cambio que en las ciencias ha habido en cuanto a los modelos generales de orientación metodológica, los paradigmas de Kuhn: los propios científicos del sh han estado entregados a una intensa crítica de su propio saber.

4.       Una parte del quehacer de estos científicos del sh e refiere además a la fundamentación de una orientación frente a otras, es decir, a la tarea crítica. La ciencia en cuanto tal es una tarea crítica, no sólo de las opiniones precientíficas, sino de las opiniones e interpretaciones de los colegas.

                                iv.            Todo esto exige diseñar con precisión el ámbito de la crítica científica y el alcance que esa crítica puede tener.

                                  v.            En la ciencia hay que distinguir los hechos de las teorías: como dos polos de una actividad en la que cristalizan en conjuntos autónomos.

1.       Las teorías son sistemas de interpretación y explicación de hechos.

a.       Una vez descubiertos y constituidos (circunscritos desde la teoría) parecen independizarse totalmente de ella.

2.       La teoría en cuanto macroorientación o paradigma: amplia.

a.       Se refiere a los hechos concretos mediante hipótesis de rango medio.

                                vi.            La crítica científica actúa en cualquiera de los niveles, mostrando que los pretendidos hechos descubiertos no son tales, o en el nivel de las hipótesis (por falta de fundamentación suficiente en hechos), o en el nivel de los paradigmas  (inadecuación frente a los hechos).

                               vii.            Un modelo de macroorientación nunca es totalmente refutada por un hecho contrario al sentido del modelo.

1.       Se sabe que los paradigmas (Kuhn) son expresiones de actitudes culturales y políticas tanto como de hechos, por lo que son inmunes a los hechos.

                             viii.            Otra vertiente de la crítica: los sociólogos del conocimiento, encargados de descubrir la conexión de los paradigmas científicos con la realidad social del científico. Esta crítica, es tarea de la sociología del conocimiento: crítica de las ideologías.

                                ix.            Las amplias posibilidades de la crítica a que está sometida la ciencia impiden radialmente considerarla como un saber dogmático.

                                  x.            La crítica filosófica acude a una experiencia extracientífica: la filosófica, para desde ella, realizar una tarea crítica que ha de referirse no a los hechos ni a alas hipótesis, sino a los modelos o paradigmas (imagen del sh o los presupuestos antropológicos de los que los paradigmas son expresión.

                                xi.            El carácter de la crítica:

1.       En el caso de que el enfoque sea erróneo la crítica desautorizaría filosóficamente el paradigma como tal

2.       Si el enfoque es sólo parcial (psicología conductista), la crítica filosófica antropológica destruye la autocomposición totalizadora del científico y desautoriza las conclusiones que el científico extraiga de esta totalización (conductismo).

La antropología filosófica como teoría y ontología.


                                    i.            Esa crítica parte de la formulación explícita de lo que es el sh, obtenida, no por la experiencia científica, sino por la reflexión filosófica. En la medida en que la ciencia o el paradigma científico  pretenda tomar algún aspecto de esa representación totalizándolo, o introducir diferencias en la representación, mediante la crítica o discusión crítica de esos paradigmas que no se pueden llevar a cabo sólo a nivel de hechos, que nunca servirán para ratificar ni para falsar la macroorientacion, sino que hay que situarla en un plano filosófico.

1.       Una crítica de las macroorientaciones en la medida en que en ellas están impliciticas decisiones ontológicas  sobre el sh, que normalmente están enraizadas en las estructuras políticas mismas a las que pertenece el científico.

2.       Esta crítica trasciende la ciencia, y se refiere a la adecuación o inadecuación de un paradigma con la experiencia que tenemos del sh, en la medida en que el paradigma se presuponen precisamente "decisiones" sobre el carácter de ser de los humanos que se quiere estudiar.

3.       La crítica filosófica supone la elaboración de una norma ontológica sobre lo que el sh es y desde ella juzga la adecuación o inadecuación de las macroorientaciones metodológicas de las ciencias humanas.

                                  ii.            Tarea crítica también en otros ámbitos: concepciones sobre el sh también, los discursos filosóficos y los discursos culturales.

1.       Crítica más acuciante cuanta más incidencia tengan tales filosofías o imágenes, por ejemplo estéticas, en la acción de los hombres.

2.       No se debe pensar del filósofo como en un juez sobre todos estos ensayos, más bien en un sh acerca a esas experiencias como un interrogador por la realidad humana expresada en ellas, para apropiarse hermenéuticamente de esa experiencia ampliando la propia aunque tal apropiación hermenéutica haya de ser crítica.

                                 iii.            Hasta lo IN-humano, es una posibilidad humana. Por eso el discurso crítico es verificador y productivo. La crítica filosófica debe apropiarse la experiencia que subyace a los diversos discursos sobre el sh para, partiendo de esa experiencia. Confrontarla con la experiencia propia mediada por la reflexión filosófica.

                                iv.            La AF como crítica debe anticipar el horizonte de una Idea de lo que de acuerdo a nuestra experiencia actual es el sh,  también debe dar cuenta sobre las posibilidades del desarrollo de la historia humana:

1.       Etapa de las realizaciones particulares

2.       Etapas de la universidad de la especie.

                                  v.            Tiene que formular proposiciones sobre qué es el sh. Es imposible llevar adelante la crítica que acabamos de diseñar sin anticipar una estructura ontológica del sh. Hay que precisar los términos:

1.       Este rechazo a pensar en una naturaleza humana ha llevado a rechazar cualquier planteamiento ontológico en la AF.

2.       Este enfoque (pusilánime) sigue presente en el mundo filosófico, transmitiéndose como otro dogma intocable de la filosofía, sin atreverse a descubrir los tópicos de dichas teorías.

                                vi.            Lo que se quiere rechazar es el planteamiento tradicional escolástico de que el sh es una esencia metafísica que luego se realiza en una esencia física, un compuesto indivisible.

1.       La tesis existencialista convierte este planteamiento en inviable.

2.       Otro caso será si partimos del presupuesto, primero de que el sh tiene una naturaleza biológica, una realidad biológica: lo que se llama también el biograma humano.

3.       La naturaleza humana no es sino el sustrato biológico que configura el sh; pero dicho sustrato no es la "esencia" del sh, porque éste no se encuentra en la biología, ya que no es un punto de partida sino de llegada.

4.       Por ello la AF no puede reducirse a una antropología naturalista que pretenda solo descubrir, como la única realidad del sh, su esencia o naturaleza biológica.

                               vii.            La pregunta por el sh como punto de partida es un residuo teológico (Gramsci):

1.       Hoy resultaría un biologismo inaceptable

2.       Esa pregunta, empero, como punto de llegada, es una tarea ineludible de la filosofía.

3.       Esa anticipación ha podido avanzar considerablemente desde las aportaciones teóricas del siglo XIX.

                             viii.            Se recupera así la intención fundacional de la AF en general:

1.       Sólo es crítica si es capaz de descubrir la adecuación o inadecuación de un discurso sobre el sh, que sin ser necesariamente falso en cuanto a su contenido, lo es si se presenta como total (por arriba: primando como ´único humano lo mismo, la mismidad; o por abajo: reduciendo al sh a una realidad biológico. Psicológica.

2.       La crítica sólo es factible si es abordada desde una concepción del sh en la que se delinee cual es su estructura y cuáles son sus fenómenos fundamentales.

La antropología filosófica como tarea utópico-moral.


                                    i.            La AF sólo es posible si empieza a tratar a los sh como sh, como sujetos de una vida con sus intereses hay problemas, con una biografía.

                                  ii.            La función práctico-moral en la que se enraíza algunos la llaman la función utópico-creadora.

                                 iii.            La crítica antropológico-filosófica juzga si la posición ontológica pone al sh que quiere estudiar como persona o como cosa.

1.       Trasciende la crítica científica porque evalúa la orientación metodológica no por los hechos que pueda explicar, ni siquiera por la mayor o menor conexión que pueda tener en relación con la política, sino por las aplicaciones valorativas que haga de los seres humanos.

2.       Lo cual significa que la crítica filosófica es una crítica moral: lo que se juzga es la posición que el científico que opera con un paradigma determinado acepta ante otro sh que estudia.

3.       Muestra o da contenido:

a.       El carácter crítico emancipador: porque la crítica se ejerce frente a os paradigmas y a las culturas y a los sistemas ideológicos.

                                iv.            Punto decisivo de la AF: la ontología del sh no trata con hechos sino con una vida personal que introduce ella misma valores: es la fuente del valor.

1.       Tiene que partir esta ontología de poner sh que implican valores y no sólo hechos.

2.       Por eso es preciso controlar el uso y alcance de los paradigmas científicos.

a.       El paradigma evolucionista: la calidad humana de los seres de otra cultura es puesta como inferior a la nuestra porque muestran un retraso evolutivo, no solo en su tecnología sino en los modos de operar mentalmente, en sus instituciones sociales los hechos que muestren serán leídos desde esa perspectiva.

3.       Las religiones eran conjuntos de fantasías aisladas: difícilmente se podía intentar siquiera para comprender tales manifestaciones.

4.       La crítica filosófica debía descubrir la inadecuación misma del paradigma evolucionista por la decisión ontológico. Moral que conllevaba sobre los otros.

                                  v.            Parece que queremos decir que la ontología del sh es de entrada una ontología moralmente comprometida:

1.       San Martín sostiene que ese compromiso moral es imprescindible para la AF.

2.       La filosofía del hombre sería posible solo si es pensada desde un compromiso moral.

                                vi.            AF exige ir a las coas mismas. Empezar tratando al otro como sh: como sujeto de una vida humana, reconociéndolo como hombre pleno. De ahí que:

1.       En el caso humano no haya ontología sin moral.

2.       Un ser no es una esencia oculta, sino el comportamiento que muestra.

3.       En el caso del sh no es una variable fija: responde en la mayor medida a como se espera que uno se comporte o a como se le deja a uno que se comporte.

4.       Si al otro se le considera una cosa o un animal: no hay AF.

a.       ¿Habría AF de sí mismo?

                                                                                          i.            No.

                                                                                        ii.            A posteriori sabemos que eso no es posible porque lo que uno piensa sobre los demás en cuanto sh no puede dejar de pensarlo sobre uno mismo también en cuanto sh.

                               vii.            Problema de la alienación:

1.       AF y moral terminan teniendo como punto de partida la misma realidad:

a.       La peculiar forma de ser del hombre, que puede ser considerado y tratado como persona y como cosa.

                                                                                         i.            Si se piensa como cosa puede convertirse en cosa y tratar a los demás como tales.

                                                                                       ii.            Sólo entonces se cumpliría el objetivo de la ciencia rechazado por Merleau-Ponty: cerrar sobre mí el universo de la ciencia.

1.       Donde el sh no sería sino el cruce de influencias

2.       No hay AF, pero tampoco es posible ninguna moral. Ambas AF y moral tienen como condición la misma estructura.

                             viii.            Un discurso universal sobre el sh tiene que empezar por anticipar una intersubjetividad universal, cuyo momentos de realización son las diversas sociedades humanas.

1.       La experiencia humana que en ellas anida sólo es humana si acepta a esos seres como hombres plenos

2.       Solo entonces vale esa experiencia como ejemplo o modelo de contrastación, que exigía en la experiencia hermenéutica.

a.       Pero para ello los otros tienen que ser pensados como hombres plenos.

                                ix.            Aquí se enraíza el carácter utópico de la AF en dos planos, uno de los cuales fundamenta al otro:

1.       La AF es utópica porque puede servir para investigar en nuevos modelos de vida

2.       Las utopías deben someterse a la crítica antropológico-filosófica, como cualquier otra imagen del sh

a.       Puede haber buenas y malas utopías.

3.       La importancia del control de esas utopías radica en que en el caso del sh lo posible puede convertirse en real, pero también sabemos

a.       Que no todo trato posible en relación con sh es igualmente bueno

                                                                                          i.            Puede potenciarlo como sh

                                                                                        ii.            O tender a negarlo como tal.

 



[1] Tomado del libro "ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA", de Javier San Martín Sala, UNED 2005.- Págs. 75 - 100
 
1.        Las tres funciones son indisociables: cualquiera de ellas se remita a las otras y no puede ser llevada a cabo sin contar con las otras.
 

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