viernes, 20 de mayo de 2011

TIPOS DE ARGUMENTOS.- Luis Vega

Nociones asociadas desde el el punto de vista lógico: argumento válido, argumento correcto, argumento sólido, argumento concluyente.

Argumento: unidad discursiva con solo dos pretensiones, una de probar la verdad yla otra de contraprobar la falsedad è trasfondo semántico y una forma pragmática o científica ( discursiva y cognitiva).
A.   Carácter formal: característica de argumentos con forma lógica.
B.   El lenguaje lógico es un idioma aparte, formalmente distinto, con gramática diferente y discurso otro: su análisis es una traducción en otro lenguaje y una reinterpretación.
Principio de la forma: 2 ó más argumentos con la misma forma son todos válidos o todos inválidos.
Recordar la directriz formal de validación: Si A es un argumento válido, todo argumento de la misma forma lógica que A, en L, es válido, está convalidado.
Directriz formal de invalidación ( contraargumento): Si A es un argumento inválido, si hay un argumento A* de su misma forma, en L, tal que siendo verdaderas sus premisas, su conclusión resulta ( o podría resultar) falsa. En general: la forma de un argumento es inválida si admite un contrargumento.
Para convalidar: basta convalidar un ejemplo o representación de la misma forma lógica.
Para invalidar: hallar el contrargumento de esa forma lógica.
Virtudes lógicas de los argumentos:
A.   Consistente: No permitirá derivar en él una conclusión falsa de premisas verdaderas.
B.   Suficiente o completo: Permitirá derivar cualquier conclusión verdadera de las premisas debidas.
C.   Decidible: Permite dictaminar efectiva y mecanicamente, ante cualqueir conjunto de premisas y presunta conclusión si ésta conclusión es consecuencia o no de las premisas
Sólo la lógica de enunciados goza de estas virtudes.
Pregunta:
¿Pasa lo mismo con la invalidación?
Construir una lógica de la anticonsecuancia.
Los argumentos tienen una forma cognitiva. Intentan transformar nuestras opiniones aplicando conocimientos anteriores para adquirir nuevos conocimientos por medio de la deducción.
LA HEURÍSTICA (HIPOTESIS) ANTERIOR de la convalidación se perfecciona en una APODÍCTICA científica de la JUSTIFICACIÓN (TESIS) mediante la demostración.
Las hipótesis son proposiciones que creemos verdaderas è verdad: seria toda proposición implicada por otras verdaderá, es verdadera. Así la hipóstesis è conclusión de un argumento convelidado cuyas premisas se reconocen como verdaderas.
La falsedad iría en camino contiguo: toda proposición que implique una proposición falsa, es falsa. Para establecer la falsedad de una hipótesis se la puede reducir al absurdo
¿Cómo?
Dado que la falsedad no puede recaer sobre premisas anteriormente convalidadas como verdaderas necesariamente, la falsedad ha de recaer sobre las hipótesis añadidas.
Balance: ¿ Qué es un buen argumento?
Dos rasgos característicos:
·         Argumentación como conjunto o series de argumentos o proposiciones cuyas pretensiones de prueba se basan en la semántica.
·         Relieve de las atribuciones semánticas de validez / invalidez ( argumentos) verdad y falsedad ( proporciones).
Dos contribuciones:
·         Noción de buen argumento: toda deducción lógicamente concluyente y demostrativa.
·         Criterios metódicos de convalidación e invalidación de buenos argumentos y la justificación de la convalidación por referencia algún sistema lógico formal ( consistente).
Dos limitaciones:
·         Argumentaciones son textos monológicos.
·         Argumentos son trasuntos de pruebas traducidos a lenguaje lógico que le impone sus propias categorías sintéticas y propio régimen semántico
Los presupuestos formales pueden relajarse sin abandonar esta perspectiva ( para evitar argumentos como el principio “adani”: de una proposición contradictoria se sigue cualquier otra).
Ampliar el concepto clásico de consecuencias de modo, que nos permita cubrir casos de inferencias “revisable” , “por defecto” y convalidar argumentos ( simulación informática “sistemas expertos”).
Pero es más general extendiendo el criterio de validez o invalidez de los argumentos hacia el ámbito de la corrección e incorrección e acuerdo con las pretensiones inferenciales que manifiesta ( deductivas, inductivas, abductivas), y en atención a las características semánticas de sus componentes è dialéctica.
Todo argumento es una suerte de prueba.
    Condiciones de bondad (Pereda)
o   Pertinencia: lo aducido se refiere a la cuestión planteada.
o   Reglas de procedimiento relativas a las aserciones que integran el argumento.
Después de analizar las dos fórmulas que ponen al argumento como elemento que ha de satisfacer las premisas de comprensión verdad y valor, se llega a las tres contribuciones positivas para el análisis de buenos argumentos.
    Condiciones internas.
    Bondad argumentativa: es cuestión estimativa.
    Vindicación de la pertinencia discursiva en relación con el objeto.
Todo buen argumento, aparte de las virtudes discursivas y epistémicas, ha de ser bueno para lo que se dirige o a lo que responde è perspectiva dialéctica que no es una mera sucesión o acumulación de monólogos.
¿Qué se considera buen argumento desde esta perspectiva? Nociones sobre las cualidades de los argumentos: pueden ser formalmente correctos, materialmente correctos, sólidos y concluyentes.
El nexo entre premisas y conclusión es una relación lógica convalidable.
El nexo entre las premisas y la conclusión se atiene a criterios metodológicos, analíticos, inductivos, etc.
Además de correcto y formal o material, las premisas de este tipo de argumentos se saben verdaderas o suficientemente acreditadas.
Argumento sólido formalmente correcto, lógicamente válido: toda demostración sería prueba deductiva concluyente. Esta solidez tiene desde la perspectiva lógica y metodológica è carácter de condición necesaria del buen argumento.
Suponen todas las anteriores referencias de orden pragmático. En la acreditación de las premisas descansa la solidez del argumento.
El punto de vista lógico parece eludir estos presupuestos o compromisos pragmáticos.
Las versiones más comprensivas acerca del buen argumento exigen que además de sólido, el argumento sea oportuno y pertinente, por lo que hablar de la posesión de valores discursivos y cognitivos como la fiabilidad o la productividad epistémica, no definen el buen argumento, sino que propone indicadores al respecto.
Es un vehículo de expresión de una información (acto de habla con pretensiones declarativas).
Es la portadora de uno de dos valores ( verdad o falsedad); el significado o contenido informativo de un enunciado è en lógica es una proposición.

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Notas recogidas del libro de Luis Vega Reñón “Si de argumentar se trata”

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